En un movimiento que desafía las críticas de Elon Musk, Waymo, la división de conducción autónoma de Alphabet (matriz de Google), comenzó a ofrecer viajes pagos totalmente autónomos en autopistas de ciudades clave como San Francisco, Los Ángeles y Phoenix, marcando un nuevo hito para la industria de los vehículos sin conductor.

El despliegue contradice directamente las declaraciones recientes del CEO de Tesla, quien cuestionó la viabilidad del enfoque de Waymo por combinar sensores LIDAR, radar y cámaras. En agosto, Musk aseguró que dicha integración generaba “contención de sensores”, lo que derivaba en lecturas inconsistentes del entorno y aumentaba el riesgo operativo.

“Es por eso que los Waymos no pueden conducir en las autopistas”, escribió Musk en X (antes Twitter).

Sin embargo, la demostración en carretera realizada por Business Insider mostró que el sistema de Waymo redujo el tiempo de viaje en 17 minutos al utilizar la autopista 101 en California, sin registrar incidentes durante el trayecto.

El debate técnico: ¿LIDAR o solo cámaras?

La diferencia fundamental entre Tesla y Waymo radica en la filosofía tecnológica. Mientras Tesla apuesta por una visión basada casi exclusivamente en cámaras y procesamiento de inteligencia artificial, Waymo mantiene un enfoque más conservador pero robusto, combinando 29 cámaras, seis sensores de radar y cinco LIDAR en cada vehículo.

Musk ha calificado el uso de LIDAR como una “muleta cara” desde al menos 2019, aunque Tesla lo ha utilizado en pruebas internas. En contraste, Waymo —que ha reconocido desafíos técnicos en la integración de sensores— ha trabajado activamente en métodos de verificación cruzada para reducir ambigüedades.