En un giro estratégico inesperado, Tesla Inc. comenzó a desarrollar soporte para Apple CarPlay, el sistema de conectividad automotriz del iPhone, una de las funciones más reclamadas por los usuarios y hasta ahora férreamente rechazada por la compañía de Elon Musk.
Según revelaron fuentes internas a Bloomberg, Tesla ya está realizando pruebas internas del sistema, aunque no hay una fecha confirmada para su lanzamiento. La decisión representa una revisión profunda de la estrategia tecnológica de la automotriz, que históricamente apostó por un ecosistema cerrado y autogestionado para su sistema de infoentretenimiento.
De rivalidad a pragmatismo: el nuevo vínculo Tesla–Apple
Durante años, Musk evitó integrar CarPlay y se mostró públicamente crítico con Apple, denunciando sus políticas de la App Store y la captación de talento desde Tesla para el fallido Proyecto Titan, que aspiraba a desarrollar un vehículo eléctrico propio.
Sin embargo, el abandono por parte de Apple de su incursión en el sector automotor en 2024 parece haber abierto la puerta a una etapa de distensión. Actualmente, Tesla depende de Apple como socio de distribución clave para la red social X (ex Twitter) y para la expansión de su asistente de inteligencia artificial, Grok.
Una necesidad comercial en un contexto de ventas estancadas
La apertura a CarPlay también responde a motivos comerciales urgentes. Las ventas de Tesla han mostrado signos de desaceleración y, según un informe de McKinsey & Co. de 2024, uno de cada tres compradores considera la ausencia de CarPlay (o su equivalente Android Auto) como un factor clave al momento de elegir un vehículo.
CarPlay —presente en cientos de modelos de marcas como GM, Ford, Hyundai y Mercedes— permite a los conductores proyectar una versión adaptada del iPhone en la pantalla del automóvil, con acceso a funciones como mensajes, música, navegación y aplicaciones de terceros como Spotify o Google Maps.
¿Una grieta en el ecosistema Tesla?
El posible arribo de CarPlay plantea interrogantes sobre el futuro del ecosistema cerrado de Tesla, una de sus marcas distintivas. Hasta ahora, la empresa se había negado a ceder espacio a plataformas externas, priorizando el control total sobre la experiencia del usuario.
Aunque la compañía no ha hecho comentarios oficiales, fuentes cercanas advierten que la inclusión de CarPlay aún podría retrasarse o incluso cancelarse, como ha ocurrido con otras funciones en el pasado.
De concretarse, la integración sería una concesión histórica por parte de Musk, en un mercado donde la experiencia digital a bordo es cada vez más determinante para los consumidores.