Finaliza la tercera jornada del Renault E-Tech Electric 100% Days en el gran Parque de Ibirapuera, San Pablo.

Como parte de la presentación del proyecto de la marca francesa en cuanto a su ofensiva eléctrica se refiere, y a los anuncios de los nuevos desembarcos para los países de América Latina, estaba la posibilidad de realizar un test drive a bordo del lanzamiento más reciente de la casa gala.

Importado de China, este Renault Kwid E-Tech completamente eléctrico, ya se posiciona como un notable éxito comercial en Brasil, y promete concretar lo propio en los demás mercados de Sudamérica.

Sus argumentos más sólidos son el motor de 65 caballos y 11,5 kgmf de torque y la batería de iones de litio de última generación, con 26,8 kWh de capacidad, que mejora sustancialmente la velocidad de recarga en los tomacorrientes de la red doméstica. En los de corriente continua, en 40 minutos puede recuperar hasta el 80%.

Promete una autonomía de 265 km en uso mixto y de 298 en carretera, según el instituto brasileño de mediciones energéticas (Inmetro).

Utiliza una transmisión automática de una sola marcha, que se comanda a través de un selector redondo ubicado en la consola central, con tres posiciones: Drive (D), Neutro (N) y Reversa (R).

A nivel de equipamiento, el Kwid E-Tech, que utiliza prácticamente la misma carrocería que la versión naftera, viene con seis airbags de serie, control electrónico de estabilidad, frenos ABS, asistente de partida en pendiente, cámara de reversa, sensores traseros de estacionamiento y dirección eléctrica con asistencia variable. En cuanto a conectividad, ofrece el sistema multimedia de Renault Media Evolution con pantalla táctil de 7”, compatible con Android Auto y Apple CarPlay, USB, AUX y Bluetooth.

El interior de la versión eléctrica del SUV de los compactos, no ofrece el tercer apoyacabezas y el cinturón de seguridad en el asiento trasero. Tampoco cuenta con regulación de altura del asiento del conductor, ni del volante. Cuenta con aire acondicionado, bloqueo automático de puertas a velocidad, vidrios eléctricos, ajuste de altura interior de los faros, limitador de velocidad y espejos con regulación eléctrica.

Libre de una gran cantidad de comandos, el panel es muy simple, con botones de buen tamaño. El sector de instrumentos se adaptó a la propulsión eléctrica y ofrece informaciones del económetro, y el nivel de carga de la batería, amén del velocímetro con números digitales, entre los dos indicadores circulares.

En términos de espacio, conserva las mismas características de la versión a gasolina, con buena amplitud para cuatro personas, y 290 litros de capacidad en el maletero.

A nivel estético, la gran reestructura se produjo en el sector frontal, con una nueva careta, sin la parrilla del modelo térmico, y con el conector de carga oculto bajo una tapa eyectable, que contiene el logo del rombo, y que se abre mediante un comando ubicado detrás del volante, en el cuadro de instrumentos.

Primeras Impresiones

Renault dispuso de una gran cantidad de unidades para que los participantes pudiéramos manejar, dentro de un circuito urbano bien trazado, con algo más de 11 km de extensión. Ese recorrido de ida y vuelta fue suficiente como para comprobar brevemente distintas situaciones de tráfico, en las que naturalmente siempre quedó en claro la notable capacidad de aceleración del vehículo.

El torque inmediato del motor eléctrico permite aceleraciones rápidas y vigorosas, muy disfrutables para quien gusta de conducir, otorgándole una agilidad bien destacada para moverse dentro de la ciudad.

Es muy dócil, gracias a la dirección eléctrica que permite maniobrar con facilidad, y se asiste con la cámara de reversa y los sensores con alerta sonora para poder estacionar con seguridad.

La suspensión está regulada para ofrecer un alto grado de confort, con buena estabilidad en las curvas. En ese sentido contribuye el peso de 977 kg para el vehículo, y la ubicación de la batería y el motor, posicionados más cerca del piso. Con ello, el centro de gravedad se encuentra un poco más abajo. Y la buena estatura asegura la posibilidad de superar sin dificultades las lombadas y badenes que generalmente se encuentran en las calles de las ciudades.

El Kwid E-Tech cuenta con un sistema de regeneración de energía, toda vez que se levanta el pie del acelerador. A través del económetro del cuadro de instrumentos se puede visualizar esa transferencia eléctrica que colabora para alimentar la batería. Por otra parte, es posible lograr un rendimiento mayor de la carga activando el botón Eco del panel. Con ello se reducen 20 caballos de potencia del motor, y se limita la velocidad máxima en 100 km/h.

En carretera, en condiciones normales puede viajar a 130 km/h y naturalmente, la autonomía se reduce debido a que en esas condiciones no se producen desaceleraciones que regeneren la carga de energía.

Pero indudablemente hay otros dos grandes logros fundamentales con esta propulsión eléctrica: por un lado, una insonorización admirable, que permite escuchar apenas el sonido de los neumáticos rodando sobre el asfalto. De todos modos, cuando circula por debajo de los 30 km/h, el vehículo produce un zumbido de seguridad para advertir de su presencia a los peatones cercanos gracias al sistema AVAS (Acoustic Vehicle Alert System).

Y por otra parte, la inexistencia total de emisiones contaminantes, contribuyendo para la preservación de nuestro medio ambiente. A ello debemos agregar que gracias a la matriz energética de Uruguay, altamente sustentable, resulta el complemento perfecto para contribuir con la política ecológica que se propone como política de estado.

Indudablemente se trata de un producto perfecto para los desplazamientos urbanos, especialmente para quienes trabajan y recorren diariamente largas distancias en la ciudad. Y por cierto, puede ser una excelente opción para las empresas. 

Pero también es apto para viajar cuando la familia no es muy numerosa, y más aún en nuestro país, que se destaca por una buena red de puntos de recarga en todo el territorio nacional. Seguramente poco a poco se avanzará con cargadores más potentes para acelerar el proceso de abastecimiento.

En breve estaremos en condiciones de anunciar la fecha de llegada y el precio de venta con el que se ofrecerá en el mercado nacional. La garantía de la batería es de ocho años y como corresponde a un coche eléctrico, tiene muy bajos costos de mantenimiento.