El 1º de mayo de 1994, el Williams FW16 de Ayrton Senna se salió de pista a cerca de 300 km/h, en la curva Tamburello del circuito de Imola, durante la disputa del GP de San Marino, en Italia. Debido al impacto, una barra del sistema de suspensión golpeó la cabeza del piloto y atravesó el casco, dándole muerte prácticamente en el acto, a pesar de los intentos desesperados por reanimarle.

El día anterior, durante las pruebas de clasificación, había ocurrido otro accidente mortal con el piloto austríaco Roland Ratzenberger, a quien Senna pensaba homenajear al final de la carrera haciendo flamear una bandera de Austria que los médicos encontraron dentro de su auto cuando llegaron para el rescate tras el choque brutal.

El mundo en general y el del automovilismo en particular, rinde tributo a la figura de un ídolo de multitudes y de grandes estrellas del deporte motor del máximo nivel mundial. Para Brasil, su muerte fue una tragedia nacional, dada la popularidad que Ayrton había conquistado en el corazón de su gente.

Libros, películas, estatuas y homenajes de todo tipo se suceden este año, por tratarse además del primer cuarto de siglo de su desaparición física. En España, previo a la carrera de Barcelona, los catalanes preparan también un sentido homenaje para el 12 de mayo, antes de la quinta fecha del Mundial de Fórmula 1.

Los organizadores han explicado que crearon una bandera austro-brasileña para el público y para que el vencedor del GP la suba al podio al finalizar la carrera. Esa bandera pretende ser un homenaje tanto al brasileño Ayrton Senna como al austríaco Roland Ratzenberger.

Por nuestra parte, adherimos a la conmemoración con este video que repasa imágenes registradas durante la vida deportiva del astro brasileño.

Luis Piedra Cueva