La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) abrió una investigación preliminar contra Waymo, la empresa de vehículos autónomos propiedad de Alphabet (matriz de Google), luego de recibir reportes de que uno de sus automóviles no respetó la señal de alto de un autobús escolar detenido con estudiantes a bordo.
El hecho habría ocurrido cuando un vehículo sin conductor humano a bordo, operado con el sistema de conducción autónoma de quinta generación de Waymo, inicialmente se detuvo al acercarse al autobús, pero posteriormente lo rodeó, a pesar de que el vehículo escolar tenía desplegada su señal de "stop" y los pasajeros se encontraban descendiendo, una violación a las leyes de tránsito estatales que protegen a los escolares en Estados Unidos.
La Oficina de Investigación de Defectos (OID) de la NHTSA advirtió en su comunicado que, dadas las más de 100 millones de millas recorridas por los sistemas autónomos de Waymo hasta julio de 2025, es probable que se hayan registrado incidentes similares anteriormente.
La investigación evaluará si el sistema ADS (Autonomous Driving System) de la compañía está diseñado para reconocer y cumplir con las normativas estatales relativas a los autobuses escolares —una de las reglas de tráfico más estrictas en EE.UU.— y si tiene la capacidad técnica para ejecutar esas decisiones con seguridad.
Un golpe reputacional en pleno proceso de expansión
El caso genera inquietud no solo en el plano regulatorio, sino también en el frente reputacional y comercial. Waymo está valorada actualmente en unos 45.000 millones de dólares, aunque algunas estimaciones privadas como la del Wall Street Journal elevan su valor a 150.000 millones, en un contexto de fuerte competencia en el mercado emergente de la conducción autónoma.
En junio, la empresa lanzó junto a Uber un servicio de robotaxis completamente autónomos en Atlanta, en una zona de 170 kilómetros cuadrados sin supervisores humanos. Su flota, de unos 1.500 vehículos, opera actualmente en Phoenix, San Francisco, Los Ángeles, Atlanta y Austin, con planes de expansión hacia ciudades como Miami, Washington D.C. y Dallas.
Este incidente ocurre en un momento crucial, cuando Waymo busca posicionarse como líder global en movilidad autónoma, frente a rivales como Cruise (GM) y Tesla, y en medio de un debate creciente sobre la seguridad, ética y regulación de los vehículos sin conductor.
¿Un obstáculo para la confianza pública?
Para las autoridades, el incumplimiento de normas en torno a los autobuses escolares reviste especial gravedad, ya que la protección de menores en tránsito es considerada prioritaria en todo el país. El caso podría alimentar el escepticismo público sobre la seguridad de los vehículos autónomos en entornos urbanos complejos.
La investigación se produce además en un contexto de acelerada automatización del transporte urbano, donde ciudades como San Francisco ya han reportado casos de robotaxis bloqueando ambulancias o generando caos vial al no reaccionar adecuadamente a situaciones de emergencia.
Con información de EFE