A comienzos de 2025, la empresa Tensor anunció que sería la primera en vender vehículos totalmente autónomos a clientes a gran escala. Sin embargo, era poco conocida, por lo que la noticia se descartó rápidamente entre los aficionados.

Pasó el tiempo y actualmente algunas de las empresas más grandes del mundo están interesadas en vender autos sin conductor a clientes particulares. Pero no será fácil porque los obstáculos tecnológicos y legales son inmensos.

Los robotaxis actuales tienen restricciones en cuanto a dónde pueden viajar y bajo qué condiciones, y no está claro si la gente aceptaría limitaciones similares para un vehículo propio.

También los accidentes, como conducir en medio de una escena policial activa, como le ocurrió recientemente a Waymo, se vuelven aún más alarmantes cuando se trata de un vehículo privado.

Para las empresas que invierten cientos de miles de millones de dólares en tecnología, siempre fue inevitable que los robotaxis fueran solo el comienzo.

Durante años, los expertos descartaron la idea de vehículos autónomos privados, argumentando que la tecnología era demasiado cara para la venta privada. En cambio, los robotaxis de flotas eran la apuesta más segura, ya que ayudaban a amortizar los costes de todos los sensores y la informática de alta potencia necesarios para que se conduzcan solos.

Pero ahora, los costes de gran parte de ese equipo, incluido el lidar, están bajando, lo que reaviva la idea de que los vehículos autónomos pueden ser lo suficientemente baratos como para venderlos al público general.

Cada vez hay más empresas ansiosas por vender vehículos totalmente autónomos, como Waymo, Tesla, Lucid y General Motors. Incluso pequeñas empresas como Tensor, que surgió del antiguo operador de robotaxis AutoX en China, intentan hacerse con una parte de este mercado indefinido.

Un vehículo autónomo tiene requisitos diferentes a los de uno convencional, con una gran cantidad de sensores que deben limpiarse y calibrarse casi a diario.

Algunas empresas están trabajando en sensores autolimpiables. Waymo cuenta con pequeños limpiaparabrisas que mantienen sus sensores lidar limpios de suciedad y residuos.

Tesla afirmó que está trabajando en aspiradoras robot para mantener limpios los interiores de sus robotaxi.

Sin embargo, ninguna de las dos compañías explicó cómo se espera que la gente común mantenga su coche robot privado, si es que llega el momento.

Phil Koopman, experto en vehículos autónomos de la Universidad Carnegie Mellon, indicó que “todos los sensores tienen que calibrarse, quizás a diario”, pero “son bastante exóticos”.

Algunas de las empresas que están lanzando esta idea de vehículos autónomos de propiedad privada se están dejando suficiente margen de maniobra, en caso de que la tecnología no funcione.

Por ejemplo, tanto Tensor como Lucid anunciaron que venderán vehículos de Nivel 4, lo que significa que pueden operar sin intervención humana, pero solo bajo condiciones específicas. Esto podría significar que ciertas áreas geográficas, como lugares sin señalización vial definida, podrían estar prohibidas.

También podría significar que el vehículo no pueda soportar ciertas condiciones climáticas, como un aguacero o una ventisca. En esos casos, el control podría tener que recaer en el conductor humano.

Si bien Waymo sigue siendo popular en los pocos mercados en los que opera, y Tesla aún cuenta con sus seguidores, las encuestas revelan que la mayoría de la gente sigue siendo muy escéptica respecto a los vehículos autónomos.

Además, las funciones avanzadas de asistencia al conductor siguen siendo un nicho y aún no se han generalizado. Es posible que la industria automotriz esté demasiado adelantada a su propia base de clientes.