A partir del 1 de enero de 2026, China aplicará oficialmente las primeras normas obligatorias del mundo sobre consumo energético para vehículos eléctricos (EV), en una medida que redefine el estándar global de eficiencia en el sector automotor y refuerza su liderazgo regulatorio en movilidad eléctrica.
La nueva normativa, formalizada como parte del estándar nacional GB 36980.1—2025, reemplaza los objetivos voluntarios vigentes por límites estrictos vinculados al peso del vehículo, en línea con las prácticas aplicadas a autos de combustión, pero con exigencias adaptadas al rendimiento energético de los modelos eléctricos.
Un nuevo piso regulatorio
Según informó la Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR), los límites de eficiencia se ajustan en un 11 % en promedio, forzando a los fabricantes a optimizar sus sistemas de propulsión, aerodinámica y gestión térmica para seguir comercializando sus modelos en el mercado más competitivo del mundo.
Por ejemplo, los vehículos eléctricos de dos toneladas, como muchos SUV medianos, no podrán consumir más de 15,1 kWh por cada 100 kilómetros. El cambio busca:
- Eliminar modelos ineficientes, que consumen excesiva energía por peso.
- Mejorar la autonomía promedio en un 7 % sin aumentar el tamaño de la batería.
- Fomentar la innovación en eficiencia estructural, un factor clave en costos y sustentabilidad.
Impacto industrial y geopolítico
La medida presiona especialmente a fabricantes locales con modelos de alta masa y baja eficiencia, al tiempo que favorece a compañías ya alineadas con estos estándares, como Tesla, cuyos modelos —como el Model Y— ya cumplen con un margen de sobra.