El inicio de la 85ª edición del rally de Montecarlo y con él del Mundial WRC de 2017 empezó con una tragedia: un espectador español murió al ser atropellado por el vehículo del piloto Hayden Paddon.

Ese hombre de 50 años estaba tomando fotografías en el lugar, hacia las 20h30 locales (19h30 GMT), y se vio sorprendido por la rápida secuencia del accidente, indicaron a la AFP fuentes concordantes.

Según fuentes de la investigación consultadas por la agencia de noticias AFP, el hombre estaba "aparentemente cerca de un cartel de 'prohibido al público'".

Con una parada cardiovascular, el espectador fue evacuado por un helicóptero de la seguridad civil con destino al hospital Pasteur de Niza, señaló una de las fuentes. Las autoridades abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias del accidente. La primera especial del rally quedó anulada.

El piloto neozelandés perdió el control en la entrada de una curva en el último tercio de la especial entre Entrevaux y Ubraye, y terminó volcado hacia uno de sus lados.

En las imágenes de televisión se vio pronto al piloto de Hyundai y a su copiloto John Kennard, que fueron sacados del vehículo aparentemente sin daños.

Paddon golpeó una zona rocosa con el lado derecho de su auto, perdió el control y cayó volcado hacia su lado izquierdo.

Según testigos oculares, la víctima se había colocado en una zona no prevista para acoger público.

Esos mismos testigos señalaron que los servicios de socorro tardaron en intervenir y que fueron los espectadores los que en un primer momento le atendieron con un masaje cardíaco y un boca a boca.

Los pilotos que habían iniciado la especial llegaron con gesto serio a la meta, tras ralentizar el ritmo cerca del lugar del accidente de Paddon.

Los otros competidores que no habían salido fueron directamente desviados por la nacional 202, sin pasar por el itinerario de la especial.

El accidente en el rally de Montecarlo llega en un momento en el que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) había decidido reforzar las medidas de seguridad para las zonas de espectadores, después del nuevo reglamento impulsado por el presidente de la FIA, Jean Todt, para hacer que la disciplina sea más espectacular aumentando la categoría de los vehículos del Mundial WRC.

Los autos ganaron ochenta caballos entre temporada y temporada, son más ligeros y han sido alargados con diversos apéndices como un alerón trasero para mejorar su aerodinámica.

Estas evoluciones han hecho decir a varios expertos que estamos ante un regreso del mundo de los rallies a la gran época del "grupo B", los bólidos espectaculares que fueron prohibidos en 1987 tras varios accidentes mortales.

Antes del accidente de Paddon, sólo el vigente cuatro veces campeón mundial Sebastien Ogier, que abrió la competición, y el piloto belga Thierry Neuville, habían cubierto el recorrido de la primera especial del rally de Montecarlo.

Sus dos tiempos, inferiores en diez segundos a los mejores realizados el año pasado en la misma especial, ilustran la mejoría de la potencia de los coches del WRC 2017.

Paddon, de 29 años, es un piloto que ya sabe lo que es ganar un rally del WRC, el de Argentina en 2016, y ha disputado 60 rallies del Mundial antes del de Montecarlo en 2017. Está en Hyundai desde 2015 y con ellos terminó cuarto en el Mundial el año pasado.

Por Septime Meunier de AFP