Test Drive

Todoterreno, literal

Impresiones de manejo: jornada de prueba del nuevo Land Rover Defender

La representación local de la marca británica dispuso del nuevo modelo para poder apreciar sus virtudes aventureras en condiciones complejas

27.07.2021 09:23

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2021-07-27T09:23:00-03:00
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Organizada por la filial uruguaya de Grupo Gildemesiter y con su gerente general Martín Oyarzún a la cabeza, la jornada de pruebas con la última generación del icónico Defender tuvo lugar en una de las chacras circundantes al Hotel de Campo La Baguala.

Tras una cordial recepción, limitada a pocas personas y cumpliendo con los protocolos sanitarios vigentes en el país, Diego García, responsable técnico para todas las marcas representadas por el grupo en Uruguay, realizó una presentación teórica de las principales virtudes del nuevo modelo.

Se trata de la segunda generación de aquel histórico modelo que contribuyó a estampar la imagen aventurera de la marca, con su aspecto robusto y aguerrido y capacidades de vehículo todoterreno por excelencia.

Su evolución a través de los años hace que manteniendo su espíritu intacto, gracias a las nuevas tecnologías y a los nuevos conceptos aplicados al lujo, confort y seguridad, esta generación del Defender ofrezca los más alto niveles posibles en todos los aspectos.

Land Rover Defender 110, tal se su denominación más técnica, viene impulsado con un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turbo, capaz de ofrecer hasta 300 caballos de potencia, con un notable torque de 400 Nm, disponible entre 1.300 y 4.500 vueltas. Trabaja acoplado a una transmisión automática secuencial de ocho velocidades.

Tiene tracción integral permanente con varios modos de manejo, en función de la dificultad de la superficie a transitar y que ajustan automáticamente distintas variables del vehículo (firmeza de la dirección, altura de la suspensión neumática, bloqueo de diferencial, etc). Por otra parte, tanto la distancia entre ejes como los voladizos de ambos extremos, los ángulos de entrada y salida y la capacidad de vadeo (cruce de corrientes de agua) que puede llegar hasta 90 cm, ofrecen una disposición específica para superar dificultades extremas.

Por dentro, además de ofrecer todo el lujo, confort y seguridad que caracterizan a la marca británica, presenta un diseño muy elegante y refinado, con capacidad para llevar hasta siete personas alojadas en tres filas de asientos. En el panel frontal destaca la gran pantalla táctil de 10" que además de las distintas funciones que admiten su configuración mediante comandos digitales, proyecta imágenes de las cámaras delanteras y traseras.

En el caso de las frontales, cumplen una función vital a la hora de enfrentar pendientes empinadas o cruces de zonas rocosas, pues permiten apreciar una imagen de alta resolución el lugar por donde deberá pasar el vehículo.

Prueba de manejo offroad

Sobre una de las chacras que rodean al Hotel de Campo, se trazó un pequeño circuito con diferentes dificultades que permitieron poner a prueba las aptitudes del nuevo Defender. En primer lugar, para evaluar la capacidad de inclinación lateral, con el ángulo que se muestra en la pantalla principal, hubo que apoyar las dos ruedas sobre un montículo de pedregullo. Cuando llega a su punto máximo, genera un cierto cosquilleo en el estómago ver que ronda los 30º de inclinación.

A renglón seguido se generó un sector irregular con una secuencia de montículos asimétricos, de tal modo que se pudiera evidenciar el comportamiento de la suspensión. En determinados momentos, alguna de las ruedas quedaba completamente en el aire.

La tercera dificultad fue una zona rocosa de piedras voluminosas, las que sin ninguna dificultad el Defender superó y sin generar incomodidades a los ocupantes.

Y por último, el cruce de una corriente de agua, con descenso y ascenso de las barrancas correspondientes, pusieron de manifiesto otros componentes importantes como son los asistentes que intervienen en la bajada y en la subida, amén de la capacidad de tracción sobre el barro y la eficiencia de las cámaras frontales en el momento de iniciar el descenso. Si bien a priori se puede experimentar un poco de nerviosismo, una vez iniciada la maniobra, el propio vehículo genera mucha confianza como para encarar el obstáculo sin ningún temor.

Conclusión

Sin dudas, una notable iniciativa de Grupo Gildemeister, más destacable aún por el momento sanitario que atraviesa el planeta y que durante casi la totalidad del año en curso, este tipo de eventos han desaparecido por completo. Y se extrañan.

Por otra parte, es una buena forma de comprobar las aptitudes de estos vehículos con características tan específicas, que aún así, también es capaz de comportase como un auto de paseo de alta gama a la hora de salir a la ruta.

Y finalmente, la reunión de camaradería, con pocas personas por turno, que permite estrechar vínculos de un modo más personalizado, compartiendo una amena jornada de trabajo en un entorno muy agradable.

Luis Piedra Cueva

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