La mayor feria automovilística del mundo abre el miércoles en Shanghái, donde los fabricantes extranjeros buscarán probar que pueden hacerle frente a las ultracompetitivas firmas chinas que dominan la nueva frontera del sector eléctrico.
A medida que se tambalea la primacía del motor a combustible, ferias automovilísticas tradicionales como las de París y Detroit luchan por reinventarse, mientras Shanghái exhibe la era de motores limpios con sistemas operados por inteligencia artificial.
El apoyo gubernamental a los autos eléctricos e híbridos puso a China a la vanguardia mundial del sector. En 2024, los eléctricos e híbridos representaron 26% y 19%, respectivamente, del total de vehículos vendidos en el país, según Inovev.
“Es el único país que consigue poner a los gigantes industriales del sector automovilístico bajo el mismo techo con la innovación de una multitud de empresas emergentes”, comentó a AFP Guillaume Crunelle, analista de Deloitte.
Auto Shanghái, que se extiende al 2 de mayo, tendrá una avalancha de lanzamientos de modelos eléctricos de alta tecnología: todoterrenos de lujo, berlinas y vehículos polivalentes, todos ellos diseñados y fabricados en tiempo récord.
Participarán decenas de marcas, desde consorcios estatales hasta empresas emergentes como Li Auto y Xpeng, gigantes tecnológicos como Huawei y la marca electrónica de consumo Xiaomei, convertida en empresa de coches.
Analistas consideran que el mercado chino, el más grande del mundo, es más joven y abierto a novedades. Pero la competencia es feroz. Algunas marcas recientes quebraron y otras como SAIC Motor, BYD y Geely libran una brutal guerra de precios.
Informes de que las dos mayores empresas estatales de coches planean una fusión sugieren que el gobierno chino está presionando a las empresas a consolidarse para crear nuevos líderes globales, según analistas.
“Están en una fase de racionalización y simplificación dirigida por el Estado”, señaló Crunelle. Muchas empresas chinas pretenden llegar al mercado internacional para que sus ventas en el sudeste asiático, Europa y Latinoamérica garanticen su futuro.