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Vieja señora eléctrica

Volkswagen presentó en Alemania una versión eléctrica de la icónica Kombi de 1966

Aunque por fuera mantiene la apariencia original, la e-Bulli desarrollada por el fabricante germano oculta tecnología de última generación

02.04.2020 10:02

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2020-04-02T10:02:00-03:00
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La palabra Kombi (en alemán, Kombinationsfahrzeug) quiere decir vehículo combinado o multiuso. En Europa, el modelo se conocía como Volkswagen Transporter T1. Por acá, la Kombi empezó a fabricarse en modo CKD en 1953 por Brasmotor, empresa que después pasó a denominarse Brastemp. Recién en 1956 fue Volkswagen do Brasil y en 1959, era la estrella de la inauguración de la fábrica de la marca alemana en la ciudad paulista de Sao Bernardo do Campo.

La Kombi dejó sus líneas de montaje de Volkswagen brasileña en el 2013, aunque se sigue utilizando mucho para el transporte de mercaderías y pasajeros. Se convirtió en "objeto de deseo" de entusiastas y blanco de los exportadores, pues viejas Kombis made in Brazil se envían permanentemente para el exterior, donde existen empresas especializadas en compra e importación.

Ahora, Volkswagen Commercial Vehicles (VWCV) presenta su e-Bulli, un vehículo concptual totalmente eléctrico que tiene como base justamente una vieja Kombi alemana de 1966. La buena noticia: advierte que se pueden convertir las antiguas Kombi alemanas en los nuevos eléctricos e-Bulli. La mala: el costo no es nada barato. Los interesados deberán pagara un costo que parte de 64.900 euros.

Todo empezó con la idea de transformar una Kombi clásica adaptándole un sistema de tracción cero emisiones que permitiera alinearla a los desafíos contemporáneos de reducción de gases contaminantes. Para ello los ingenieros y proyectistas de VWCV formaron un equipo conjuntamente con especialistas en motores eléctricos del Grupo Volkswagen y de la empresa eClassics, especializada en conversión de vehículos eléctricos.

El equipo eligió como base una versión de pasajeros de la Kombi, conocida en Alemania como T1 Samba, producida en Hannover en 1966. Antes de su conversión, la Kombi transformada en e-Bulli transitó medio siglo por las carreteras de la solitaria California.

El e-Bulli resultó de profundas alteraciones hechas a la Kombi original principalmente a nivel de chasis, para poder alojar ejes multibrazos con amortiguadores ajustables, además de un sistema de frenos con discos ventilados en todas las ruedas.

Inicialmente, el fabricante pretendía presentar su e-Bulli en la Techno Classica 2020, evento de vehículos clásicos que debía ocurrir entre el 25 y el 29 de marzo de este año en Essen, Alemania, y se otro de los motorshows postergados debido a la pandemia global del coronavirus.

Sin la expo a la vista, la marca alemana resolvió exhibir el concepto virtualmente y divulgarlo a través de sus redes sociales. Por fuera, destacan los icónicos faros redondos, como manda la tradición, aunque ahora incorporando luces diurnas de led. Por dentro, con espacio para ocho ocupantes, Volkswagen buscó armonizar lo clásico y lo moderno.

El velocímetro es una copia del original aunque suma un display integrado que indica la velocidad también en formato digital. Ese mismo display ofrece una variedad de informaciones que incluyen por ejemplo, la autonomía.

El menú del sistema de infoentretenimiento se ubica en el techo y permite obtener informaciones on line mediante aplicaciones del smartphone. La radio, por su parte, está en la consola central y es totalmente retro, a imagen y semejanza de la utilizaba el modelo 1966 aunque equipada con tecnología DAB+, bluetooth y entradas USB.

En interior está revestido en dos tonos, con pisos de madera maciza y los asientos en cuero blanco otorgan un toque un tanto marítimo al ambiente, impresión que se refuerza con el amplio techo panorámico plegable. Es opción refinada en las terminaciones del e-Bulli, explican en buena medida el alto costo de la transformación.

Cuenta con un silencioso motor que ofrece 61 kw (83 caballos) de potencia y un torque de 21,6 kgmf, ocupando el mismo lugar del propulsor boxer a gasolina de 44 HP que impulsaba la Transporter T1 alemana de 1966. El torque máximo también está disponible inmediatamente, típico de los motores eléctricos.

La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 130 km/h para proteger la batería de 45 kwh de iones de litio, ubicada bajo el piso del vehículo, que brinda una autonomía superior a los 200 km y se puede recargar hasta el 80% en 40 minutos en puestos de 50 kw.

La transmisión de la potencia se realiza mediante una caja de velocidad, con la palanca ubicada entre el conductor y el acompañante de asiento frontal. Las configuraciones del selector de la transmisión automática (P, R, N, D, B) se muestran al lado de la palanca. En posición B, el conductor puede variar el grado de recuperación de la energía de frenado.

Edmundo Dantas, de AutoMotrix, en exclusividad con Airbag.uy