El grupo Volkswagen viene anunciando desde tiempo atrás su intención de enfocar las líneas de producción hacia los modelos totalmente eléctricos, reduciendo su dependencia de los sistemas a combustión convencionales e incrementando sus inversiones hacia este nuevo rubro.
Es claro que un componente esencial de estos vehículos, radica en las baterías, y que éstas a su vez, necesitan el cobalto como materia prima fundamental para su fabricación.
Por si faltaba alguna señal, Volkswagen dispuso de unos 50.000 millones de euros para invertir en Investigación y Desarrollo, y también para levantar las primeras fábricas de baterías con las que estarán equipados sus futuros modelos. Clara demostración de que los alemanes pretenden mantener el control de la mayor parte del proceso de producción de sus vehículos ecológicos por venir.
Según publica la agencia Reuters, el grupo germano estaría cerrando un acuerdo de enorme importancia para asegurarse el suministro de cobalto, esencial para los acumuladores de energía eléctrica. Tendría una vigencia de 10 años, y quedaría firmado este año para entrar en vigor en el 2019.
El movimiento agresivo de Volkswagen que lo zambulle de lleno en los sistemas eléctricos que hasta ahora le resultaban esquivos, le permitirá pasar de unas pocas decenas de miles de unidades a producir entre 2 y 3 millones de vehículos eléctricos para el 2025. Lo que en términos de baterías representan unos 150 GWh al año, cantidad verdaderamente gigantesca.
El cobalto es cada vez más procurado por los fabricantes de autos. Su procedencia viene esencialmente desde el Congo, que tiene el 65% de la producción mundial, pero también se encuentra en otros países, tales como Canadá, China, Rusia, Australia y Zambia.
Su precio es fiel reflejo de esa creciente demanda. Mientras que en el 2008 costaba 10 dólares la libra, en el 2015 ya se había triplicado.
En ese contexto, el acuerdo de Volkswagen que pretende sea a largo plazo, adquiere además un enorme valor estratégico.
Con información del Foro de Coches Eléctricos.
