Mercado

Embestida tecnológica

Se presentó en Brasil la nueva generación del exitoso Ford EcoSport

Con una buena inyección de tecnología y varias modificaciones estéticas, la marca del óvalo sale al mercado para recuperar el liderazgo entre los SUV compactos

28.07.2017 08:10

Lectura: 5'

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En el 2012, con el nacimiento de la segunda generación del EcoSport, el segmento de los SUV compactos estaba prácticamente desierto. La mayoría de las marcas intentaba batallar con sus modelos de serie "normales" modificados con ropaje aventurero. El único competidor directo era el Renault Duster, que mostraba un estilo más rústico que el de Ford.

En estos cinco años, hubo muchos cambios. Hoy son por lo menos 11 modelos de SUV compactos batallando en el segmento, 8 de ellos fabricados en Brasil. El problema radica en que EcoSport, que lideró ese nicho por casi 12 años, actualmente ocupa el cuarto lugar en el segmento y el fabricante no se conforma con ello. Muestra de eso son las profundas modificaciones aplicada al deportivo utilitario ahora, aún a mitad del ciclo de esta segunda generación del modelo.

Fueron tantos los cambios que Ford se anima a calificar al EcoSport 2018 como una nueva generación. Sin llegar a tanto, en verdad el SUV está muy renovado. Recibió modificaciones en el diseño exterior, tiene un interior totalmente reformulado y suma nuevos trenes de fuerza. Además, cuenta con una plataforma electrónica que permite aplicar una serie de mejoras en los controles dinámicos, en la seguridad y en la tecnología utilizada.

Como ejemplo, desde la versión básica SE, el EcoSport ahora viene de serie con items como control de estabilidad y de tracción con sistema antivuelco, siete airbags, ABS con control de arranque en pendiente, monitor de presión en los neumáticos, parrilla delantera activa, que se puede cerrar para mejorar la aerodinamia, y sistema multimedia con mandos de voz, Sync 3, con pantalla touch elevada en la consola central.

El EcoSport 2018 comienza a llegar a las concesionarias brasileñas a finales de agosto.

En materia de motores, una de las grandes novedades pasa por la llegada del propulsor 1.5 de tres cilindros con 130 CV de potencia, que trabaja asociado a una caja manual de 5 velocidades o automática de 6 marchas. En el caso de la versión Titanium, que naturalmente es la más completa en cuanto a equipamiento se refiere, bajo el capó oculta un 2.0 con 170 caballos, acoplado a la misma transmisión automática del SE 1.5, retirando de la gama definitivamente el sistema Power Shift con doble embrague.

Por afuera, el frontal se aprecia más armónico, con la parrilla más grande y elevada, el paragolpes esculpido y el conjunto óptico rediseñado. Atrás, el paragolpes es más prominente, muy cerca a la línea exterior del neumático de auxilio. Con esa variante se podrán evitar algunos accidentes menores en los que la rueda se incrusta en la parrilla o en el capó del auto que impacta de atrás, antes aún de que se produzca el contacto entre paragolpes.

Pero en verdad, el gran cambio estético está por dentro. Asientos, panel, volante y consola se reformularon completamente. En vez del antiguo visor de cristal líquido azul del computador de a bordo, el panel tiene ahora una pantalla pequeña en TFT entre el velocímetro y el cuentavueltas, que presenta además nuevos gráficos. Por otra parte, toda la superficie está recubierta por una manta engomada, más agradable al tacto que el plástico rígido de su antecesor.

En la parte más alta de la consola central, a la altura de los ojos del conductor, emerge un monitor similar a una tablet, que permite acceder por contacto táctil o por botones al sistema Sync que incluye telefonía, audio, navegador (dependiendo de la versión) y a las aplicaciones Apple Carplay y Android Auto.

En los modelos con caja automática, el volante multifunción suma las dos aletas para los cambios de velocidad en modo secuencial.

Otros cambios importantes, menos visibles, se encuentran en la estructura del EcoSport. Con las modificaciones aplicadas se aumentó un 5% la rigidez torsional, mediante el uso de aceros especiales en puntos estratégicos. Además, debido a la nueva gama de motores, se alteró la estructura delantera en la que Ford utiliza un sistema de plantilla láser aplicado durante el proceso de soldadura robotizada, usado hasta hoy solamente en la construcción del Mustang.

Por otra parte, Ford invirtió en el confort acústico del EcoSport, que ayuda a transmitir sensación de solidez en el vehículo. El SUV tiene ahora parabrisas acústico, manta de aislación bajo el capó, materiales fonoabsorbentes más eficientes en el interior y además se sometió a un tratamiento en el túnel de viento que determinó la inclusión de paneles bajo los paragolpes y al frente de la suspensión trasera para minimizar los ruidos aerodinámicos.

En el mismo sentido, la suspensión fue recalibrada. El recorrido ahora es 17 mm mayor en el tren delantero, y es un poco más rígida en el posterior. Los resortes traseros ahora son progresivos mientras que los bujes se redimensionaron para aumentar también el control de las inclinaciones de la carrocería, mejorar la absorción de impactos y lograr una dirección más suave.

Ford espera que todas esas modificaciones sean percibidas rápidamente por los consumidores y con ello revertir el proceso de caída que sufrieron las ventas del modelo, principalmente luego de la llegada de rivales como Honda CR-V, Jeep Renegade y Hyundai Creta.

Por Eduardo Rocha / Auto Press Brasil, en exclusividad con Airbag.