Tras nuestra publicación con la noticia del nacimiento de esta nueva variante, impulsada con un motor tricilíndrico 1.0 con turbo, naturalmente surgieron comentarios evidenciando algunas dudas acerca de la capacidad de este pequeño propulsor, sobre un modelo que históricamente se destacó, entre otros aspectos, precisamente por sus prestaciones de estilo deportivo.
Nuestros socios de Auto Press Brasil ya accedieron al modelo para realizar la evaluación correspondiente, como siempre, con el rigor y el profesionalismo que les caracteriza y que compartimos entonces a continuación con los lectores de Airbag.
Un litro de osadía
El Volkswagen Golf 1.0 TSI enfrenta el desafío de intentar romper paradigmas entre los hatchs medianos.
La adopción de motores más chicos con turbocompresores para aumentar la potencia y la economía de combustible -denominado "downsizing"- cada vez es más popular en Brasil. En este segmento de los hatchs medianos, el propio Golf fue precursor cuando incorporó el 1.4 TSI mientras sus rivales utilizaban motores más grandes y aspirados.
Esta vez Volkswagen redobla la apuesta incorporando el propulsor 1.0 TSI, semejante al del up!, pero reajustado para rendir 125 CV de potencia y 20,4 kgmf de torque. Disponible solamente con caja manual de seis velocidades, la versión Comfortline 1.0 TSI se torna una variante intermedia entre el Comfortline 1.6 MSI -entrada de gama- y la Highline 1.4 TSI.
La magia de los números de este motor tricilíndrico con inyección directa y turbo, es bastante más compleja de lo que parece. Para extraer 21% más de torque y 19% más de potencia respecto del que impulsa al up!, Volkswagen aplicó diversos cambios en sus componentes. El turbo trabaja con más presión, totalizando 1,3 bar.
Pero para soportar esa presión extra, hubo que adoptar una nueva carcaza hecha ahora de aleación de acero. El rotor de la turbina también se modificó y está hecho de niquel y cromo. Por otra parte, el punto de combustión se atrasó ligeramente para ofrecer más torque a bajo régimen.
La junta del cabezal es triple, las válvulas de admisión tienen una base de sodio para disipar el calor con más eficiencia y las bujías ahora son de iridio para mejorar su rendimiento sobre la mezcla aire/combustible.
La diferencia mayor radica en el sistema de enfriamiento, principal obstáculo para que el up! no pueda desarrollar esa potencia, precisamente por la falta de espacio en el vano del motor. El radiador principal y el auxiliar del Golf 1.0 TSI son 68% y 170% más grandes, respectivamente, para poder neutralizar el calor generado por los 125 CV de potencia.
En referencia al equipamiento, dependiendo de la versión cuenta con siete airbags, alarma, control de estabilidad y de tracción, asistente de partida en pendiente, bloqueo electrónico de diferencial, central multimedia, vidrios eléctricos, dirección eléctrica, faros de niebla, Isofix, llantas de aleación de 16" y sensores para estacionamiento delanteros y traseros. Como opcionales puede incluirse el techo solar, climatizador digital y tapizados en cuero, mientras que la versiones siguientes suman sensores de lluvia, encendido automático de luces, piloto automático, volante multifunción y llantas de 17".
Primeras impresiones
Sea en el garage o estacionado en la calle, es muy difícil notar la diferencia del nuevo Golf 1.0. Tarea sin dudas para los más atentos que verán tal vez la salida única de escape y el logo TSI con la letra I en color rojo, como ocurre con el up!. Salvo por eso, se trata del Golf de séptima generación.
La pequeña cilindrada 1.0 del motor puede crear un cierto preconcepto inicial, pero el comportamiento del auto, impresiona. Los 20,4 kgmf de torque, disponibles ya desde las 2 mil vueltas, empujan los 1.223 kg del Golf con buena disposición.
La relación más corta hasta la quinta velocidad, respecto al up!, colabora a generar la sensación de rapidez con la que el vehículo pide el paso hacia la siguiente marcha. Los enganches son siempre suaves y precisos, típicos del fabricante de origen alemán.
Su desempeño recuerda bastante al subcompacto, con su debidas proporciones. Las aceleraciones son vigorosas y permiten que quien esté al volante, cualquiera sea, se olvide de que se trata de un 1.0. El comportamiento es sorprendente, mejor aún que el del Golf equipado con motor 1.6 MSI.
Además de la sensación de mayor potencia, el motor 1.0 TSI proporciona suavidad y economía de combustible. Ya fue evaluado por el Inmetro (instituto que evalúa la eficiencia energética de los productos comercializados en Brasil) y obtuvo la máxima calificación, identificada con la letra A, en todos los aspectos, con un rendimiento de 14,3 km/lt sobre carretera.
Al volante, el comportamiento dinámico es muy fino, con buenas entradas y salidas de las curvas. La dirección es liviana para maniobrar y exhibe una precisión de movimientos que impresiona.
El Golf 1.0 TSI parece preparado para romper paradigmas. Su motor de 1 litro se revela más que suficiente para comportarse con destreza y además, proporciona una economía superior a la media.
Fabio Perrotta Junior / Auto Press Brasil en exclusividad con Airbag
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