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En busca del líder

Primer contacto: probamos la nueva Chevrolet Montana en Brasil

Manejamos la totalmente nueva pick up, que inició la preventa en Uruguay, en los alrededores de Curitiba y bajo condiciones diferentes

14.02.2023 10:39

Lectura: 8'

2023-02-14T10:39:00-03:00
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Curitiba, Paraná (Brasil) - General Motors Uruguay se prepara para ingresar al mercado local uno de los lanzamientos más importantes del año. Se trata de su histórica camioneta mediana-compacta pero en una versión totalmente evolucionada a punto tal que de aquel modelo antiguo conserva solamente el nombre.

GM planificó durante varios años este desarrollo, basándose en investigaciones y análisis relacionados con las necesidades de los consumidores regionales para este segmento, de gran crecimiento en los últimos años, a partir de lo cual finalizó construyendo este vehículo que según el propio fabricante redefine el segmento bajo la denominación de Smart Utility Vehículo.

A grandes rasgos eso significa que el resultado final es una acertada combinación de una camioneta con buen espacio para los pasajeros y para cargar objetos, con todo el  confort y equipamiento de un SUV.

En el aspecto mecánico, en principio se ofrece una opción única para todas las versiones, basada en el motor 1.2L turbo con 133 caballos de potencia y 210 Nm de par motor, asociado a una transmisión manual o automática secuencial, en cualquier caso, de seis velocidades. Y la tracción es (y será) solamente 4x2, sobre el eje delantero.

Buena presencia

Esta generación de Montana impacta desde un principio por su buen porte. Más grande que su antecesora, se aproxima bastante al tamaño de la Fiat Toro, como para tener una referencia. La versión dispuesta por GM para esta instancia fue la tope de gama, que al igual que otros modelos Chevrolet la identifica como Premier.

Ese buen porte sintoniza con unas líneas bien atractivas. Al frente, el diseño mantiene el estilo que ya utiliza la Tracker, naturalmente con una remodelación personalizada para la pick up. A los lados se aprecian los espejos de buen tamaño, una línea de cintura con leve inclinación ascendente hacia la trasera, y unas llantas de aleación oscuras de 17” calzadas con neumáticos Michelin desarrollados exclusivamente para este producto.

Vale destacar el sistema de apertura de la caja, que cuenta con un dispositivo hidráulico que la aliviana y evita la necesidad de sostenerla mientras se abre. Y hablando de la caja, la marca subraya la dedicación aplicada a este sector, al que ahora denomina Multi Flex, puesto que además de su lona marítima, se pueden sumar diversos accesorios que la hacen modular, con reparticiones transversales y organizadores para los objetos más pequeños. Además se señala la aislación lograda, que evita la entrada de agua y polvo. Tiene ocho ganchos para amarrar la carga y dos focos de luz.

Vida a bordo

La Montana Premier cuenta con sistema de llave con sensor de proximidad, por lo cual tiene botón de arranque. Por otra parte se puede desbloquear totalmente a través del botoncito de la manija de la puerta del conductor. El ambiente se presenta con una amplitud de espacio bien confortable, con asientos anchos, mullidos y respaldos envolventes al cuerpo. Las plazas traseras pueden resultar un tanto bajas para personas de mayor estatura, aunque con buena comodidad para las piernas y un apoyo adecuado con un ancho correcto del asiento. Las cinco plazas tienen apoyacabezas y cinturones de seguridad de tres puntas.

Al frente, la pantalla táctil de 8” ahora está integrada como una extensión del cuadro de instrumentos, y desde allí se pueden administrar diversas funciones, incluyendo la nueva generación del sistema MyLink, con bluetooth, y conexión de Wi-Fi nativo de alta potencia para hasta siete aparatos simultáneamente. Tiene además cargador inalámbrico para celulares y entradas USB adelante y atrás.

En esta versión los tapizados son en cuero, incluyendo el forro del volante multifunción, y cuenta con climatizador automático, ajustes de altura del asiento del conductor y regulación en altura y profundidad del volante.

Con ello ofrece una posición de manejo bien elevada y la percepción de estar al mando de un vehículo grande dentro de un amplio habitáculo.

En materia de seguridad viene con seis airbags, alerta de frenado de emergencia, alerta de punto ciego, control electrónico avanzado de estabilidad y tracción, faros delanteros Full LED con luz auxiliar para maniobras con regulación en altura, asistente de partida en pendiente y ganchos de anclaje para sillas de niños Isofix y Top Tether. Por cierto ofrece el exclusivo sistema OnStar de Chevrolet, que tiene respuesta automática de emergencia en caso de accidente entre otras funciones.

Prueba superada

Tras su presentación formal para la prensa sudamericana en Curitiba, Brasil, las delegaciones pudimos manejar esta nueva Montana a través de un recorrido serrano dentro de la Reserva Natural de Guaricica, emprendimiento sustentable de rescate de la mata atlántica del que participa General Motors desde hace 20 años.

El recorrido de unos 160 km, combinaba una parte de tránsito urbano para salir de la ciudad, otra de autovía, otra de caminos muy sinuosos ya dentro de las sierras, y varios tramos de piso bastante deteriorado incluyendo un trecho de tierra y piedras.

Con una insonorización ejemplar, en la ciudad se mueve con soltura en un ambiente aislado del ruido exterior y también del motor. Se escucha muy levemente incluso cuando se acelera con más intensidad.

Contribuyen para ello una lograda recalibración del motor 1.2 turbo de 130 caballos y también de la caja de cambios, aplicadas exclusivamente para este modelo. El resultado es notorio pues las transiciones de marcha son prácticamente imperceptibles y las reacciones muy rápidas cuando se las requieren. Mientras que la clásica vibración de los motores de tres cilindros, gracias a ese ajuste pasa casi desapercibida.

También es notorio que, a diferencia de otros modelos de Chevrolet que usan este motor, con un manejo “normal” el cuentavueltas se mantiene en un régimen apenas por encima de las 2.000 vueltas en las transiciones de las primeras marchas. Con el consiguiente beneficio en el ahorro de combustible.

Por lo tanto, mientras recorrimos calles y avenidas de Curitiba, disfrutamos de un comportamiento sumamente ágil y de gran docilidad. 

Una vez que pudimos acelerar sobre autovías, empezaron a manifestarse otras sorpresas. Rápidamente eleva la velocidad sin que prácticamente se note dentro de la cabina. Un detalle llamativo es el acierto en el diseño de los espejos, que evita casi por completo el clásico zumbido del corte del viento, por encima de los 100 km/h.

Luego fue turno de los caminos de montaña, muy sinuosos, estrechos y ondulados. De nuevo las sorpresas. Esta Montana se planta con una firmeza admirable y admite cualquier tipo de provocación del acelerador, casi sin inmutarse ni generar molestias o temores a sus pasajeros, a pesar de las dificultades del trazado. Por cierto, siempre custodiados celosamente por la tecnología, que puede corregir cualquier exceso desmedido.

Y todavía faltaba algo más. En ese recorrido hacia el Ekoa Park, hay un buen tramo de ruta de montaña adoquinada, muy irregular y despareja. Evidentemente el golpeteo es inevitable pero una vez más, el exclusivo sistema de suspensión trasera, desarrollado específicamente para Montana, alivia sustancialmente la incomodidad del golpeteo inevitable por tal superficie.

En cuanto al gasto de combustible, la computadora indicaba que el consumo instantáneo se ubicaba en torno a los 14 km/lt, en el recorrido de ida. Vale aclarar que dentro de las sierras, casi todo ese trayecto fue en descenso. Por el contrario, al regreso el indicador se ubicó en torno a los 11,9 km/lt, con un recorrido sinuoso pero a la inversa, es decir, en ascenso. Nada mal para un motor con turbo, responsable por impulsar una estructura de buen porte.

Y como frutilla de la torta, a mitad de recorrido de regreso al hotel de Curitiba se largó a llover con una envidiable intensidad. ¡Qué bien nos vendría por acá! Pues bien, automáticamente conforme iban llegando los vehículos, cada binomio iba de cabeza a comprobar si el aislamiento de la caja de carga era tan eficaz como se anunciaba. Y efectivamente, lo es. Ya sea en la versión con lona marítima (de serie) o con la capota rígida con apertura y cierre eléctrico a control remoto (opcional), en ningún caso se filtró ni una gota de agua. La caja se mantuvo completamente seca.

Conclusión

GM procuraba la mezcla más perfecta posible entre pick up y SUV. Y a mi entender, lo logró con creces. Para que el confort de marcha de esta nueva Montana alcance un nivel superior, la ingeniería utilizó una suspensión trasera con barra de torsión con doble batiente de rigidez variable, que privilegia la suavidad cuando el vehículo está vacío, solución más barata e inteligente que el sistema multi-link.

Un equipamiento completísimo, buena performance de la mecánica, insonorización impecable, un confort de marcha de alto nivel, mucha seguridad y tecnología, con un precio más que razonable, convierten a esta nueva generación de Montana en un rival de alto riesgo para los encumbrados competidores de su segmento.

Con esta prueba logramos confirmar todas sus virtudes, pero si ello no fuera suficiente, la respuesta del público ha superado largamente las expectativas del fabricante en esta etapa de preventa tanto en Uruguay, como en su país de origen.

Seguramente estemos ante otro notable fenómeno comercial, tal como ocurrió no hace mucho tiempo con otro modelo utilitario lanzado en los últimos años.