Los beneficios netos de la compañía que en 2021 aún se denominaba Daimler alcanzaron los 23.000 millones de euros (25.700 millones de dólares), seis veces más altos que los del año anterior.
La empresa, que cotiza en el principal índice bursátil alemán, el Dax, precisó que esto incluye también un efecto de valoración positivo de miles de millones por la escisión del negocio de vehículos comerciales pesados.
Los dividendos pasarán así de 1,35 euros por acción en 2020, un año muy afectado por la irrupción de la pandemia de coronavirus, a 5,00 euros.
La facturación trepó un 9,0 por ciento hasta los 168.000 millones de euros, pese al descenso registrado en la venta de coches.
Mercedes-Benz ya había presentado los datos clave de su actividad cotidiana. La empresa con sede en la ciudad alemana de Stuttgart se benefició, en particular, de los elevados precios de venta de los coches nuevos y usados.
Hasta la escisión en diciembre, las cifras del grupo incluían también al fabricante de vehículos comerciales Daimler Truck, ahora constituido en una compañía independiente.
Mercedes-Benz busca nuevos proveedores de semiconductores, según informó hoy el director general de la empresa, Olla Källenius.
La compañía estima que los cuellos de botella en el suministro de semiconductores no se aliviarán rápidamente. "Estamos sondeando fuentes de aprovisionamiento en todas partes", dijo Källenius. "Tenemos clientes esperando los vehículos", subrayó.
Mercedes-Benz no dio una previsión sobre cuándo se resolverá la escasez de los componentes electrónicos, pero explicó que, "sin embargo, la empresa espera que en 2022 la situación, comparada con el año anterior, se estabilice".
La crisis de los microchips ya afectó a la marca con sede en Stuttgart el año pasado, al igual que a muchas otras compañías del sector automovilístico y a sus proveedores.
Debido a los cuellos de botella logísticos, Mercedes registró un descenso del cinco por ciento en las ventas, hasta los 2,05 millones de unidades.
dpa
