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Los trolebuses desembarcan en Argentina. Montevideo espera

Mientras algunas ciudades del vecino país apuestan por este sistema para el transporte público, no se conocen avances en el proyecto montevideano

15.03.2017 07:25

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2017-03-15T07:25:00-03:00
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Una de las primeras decisiones del gobierno del presidente Mauricio Macri, fue apuntando a desarrollar un sistema de transporte urbano eléctrico, tanto para Buenos Aires como para varias ciudades del interior de Argentina, que contó con un llamado a licitación para la compra de 400 unidades de buses ecológicos impulsados con esa energía.

Casi al mismo tiempo que se daba a conocer este llamado, se supo que la compañía de origen ruso Trolza y la argentina Benito Roggio Ferroindustrial (BRf) firmaron un acuerdo el pasado 30 de junio para fabricar trolebuses y buses eléctricos en el país, más concretamente en la planta que Roggio posee en Juárez Celman, provincia de Córdoba.

Una de las razones por las que el fabricante optó por dicha provincia fue que precisamente el gobierno de la capital cordobesa se encontraba en pleno proceso de renovación de su flota de trolebuses, con vehículos importados directamente desde Rusia. El proyecto final podría incluir unas 100 unidades nuevas.

En Rosario ocurrió algo semejante. Su Municipalidad ya comenzó a recibir los primeros vehículos. En breve llegará una partida mayor de 12 coches destinados a reforzar la histórica línea K y crear la nueva línea Q, mientras espera la aprobación para gestionar una serie de préstamos que les permitan desarrollar nuevos recorridos hacia otras zonas urbanas.

El modelo llamado Megápolis de Trolza cuenta, además de aire acondicionado, piso bajo y espacio para personas con movilidad reducida, con baterías que les permiten una autonomía de 20 kilómetros sin necesidad de estar en contacto con las catenarias (vulgarmente conocidos como los "cuernos" del troley). Esto les permite a los coches circular por áreas donde no hay tendido eléctrico o desviarse de la traza ante alguna eventualidad sin mayores contratiempos, subsanando una de las desventajas históricas de este modo de transporte.

Montevideo

Según un informe de El Observador publicado en el 2014, a través de una encuesta de la Intendencia de Montevideo se supo que al 87% de los habitantes de la capital le gustaría que la ciudad recuperara los trolebuses como medio de transporte.

Precisamente Trolza, el fabricante ruso que por ese entonces ya manifestaba su interés de radicarse en Argentina y en el reciente viaje a Rusia del presidente Tabaré Vázquez hizo lo propio con Uruguay, asesoró a las autoridades municipales de nuestra capital acerca de los costos básicos como para poder estructurar un análisis financiero.

A valores de aquel momento, el uso de un trolebús sería de US$ 0,21 por kilómetro. El mismo sistema pero con ómnibus a gasoil subiría la cifra a US$ 0,69. No obstante, el precio del material rodante es más caro.

Un trolebús cuesta US$ 250 mil contra los US$ 130 mil que se pagan por un ómnibus convencional y los US$ 500 mil de los ómnibus eléctricos (con baterías); pero hay que sumarle el costo de la catenaria (los cables de los que toma la energía) que, naturalmente, es muy alto.

Pero la tasa de retorno de la inversión sería más del 20% por la apuesta eléctrica; mientras que la tradicional no superaría el margen del 15%.

Ramón Méndez, en la época director nacional de energía, no ocultaba su entusiasmo y manifestó: "los números cerraron estupendamente para el corredor de Avenida Italia".

Corredor Avenida Italia

Este proyecto, del que no se conocen avances, se basa en dos centros de intercambio: uno en el Centro Comercial del Geant y otro en Tres Cruces. A su vez, el recorrido comenzaría en dos puntos: El Pinar (km 28.500) y en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, desde donde partirían dos corredores exclusivos, por Av. Giannattasio y Av. de las Américas, que se unirían en Av. Italia.

Sería un "corredor de alta velocidad", apuntaba Méndez. La idea es que el tiempo de viaje desde el puente Carrasco hasta el Centro se reduzca radicalmente. Hacia la Ciudad Vieja, se iría por Colonia, y se volvería por Mercedes.

Las salidas de las terminales se harían cada dos o tres minutos para reducir casi a la mínima expresión el tiempo de espera. Las paradas estarían ubicadas cada 600 metros, lo que permitirá reducir la cantidad de detenciones.

Esto se acompañaría con una perfecta sincronización de semáforos y guía por GPS para que los trolebuses tengan la prioridad para circular. El boleto deberá ser adquirido con antelación.

Un trolebús puede trasladar entre 200 y 300 personas de una vez, incluso más. Se pueden implementar unidades dobles o triples para trasladar más pasajeros en los horarios pico. "Es un concepto totalmente diferente de transporte", manifestaba.

Una nueva matriz energética hoy a pleno, nuevas tecnologías con menos tiempo de recarga, posibilidad de mejorar la curva de eficiencia con recargas durante la noche y por último, la consecuente reducción del flujo vehicular hacia el centro por causa de esta posible mejora del transporte público, serían factores que indudablemente favorecerían la reconsideración de este proyecto.

Con información de El Observador y Enelsubte.com