Estrasburgo, Francia - Los eurodiputados adoptaron el miércoles por amplia mayoría normas destinadas a hacer que las baterías sean más duraderas y más fáciles de reciclar, desde las de los smartphones hasta las de los coches o scooters.

Por 587 votos a favor, nueve en contra y 20 abstenciones, los eurodiputados aprobaron un acuerdo alcanzado con el Consejo para revisar las normas de la Unión Europea (UE).

Estas normas se aplicarán a todo tipo de baterías que se vendan en la UE: smartphones, ordenadores, electrodomésticos, coches, baterías industriales a las de bicicletas y patinetes eléctricos, medios de transporte cada vez más populares.

A partir de 2024, los fabricantes deberán proporcionar información sobre la huella de carbono total esperada de cada batería, desde la extracción hasta el reciclaje. Y a partir de 2027 solo se podrán comercializar las baterías de los coches eléctricos que no superen un umbral máximo.

Las baterías portátiles de los dispositivos deben poder ser extraídas y reemplazadas más fácilmente por los usuarios.

“Por primera vez, tenemos una legislación de economía circular que cubre todo el ciclo de vida de un producto; este enfoque es bueno tanto para el medio ambiente como para la economía”, subrayó el ponente Achille Variati (S&D, Italia).

“Nuestro objetivo general es construir una industria de reciclaje europea más fuerte, especialmente para el litio, y un sector industrial competitivo en su conjunto, que es crucial en las próximas décadas para la transición energética y la autonomía estratégica de nuestro continente”, añadió.

Se fijan objetivos en materia de recogida y reciclaje de residuos: el 45% de las pilas portátiles deben recogerse en 2023 y el 73% en 2030.

Para baterías de bicicletas eléctricas, scooters y scooters, la tasa mínima de devolución será del 61% para 2031.

Todas las baterías recolectadas deben ser recicladas, con altos niveles de recuperación de componentes críticos: para 2027, los procesos empleados deben permitir el reciclaje de al menos el 90% del cobalto y níquel de las baterías, así como el 50% del litio (luego 80% en 2031).

Por último, la composición de las baterías nuevas debe incluir niveles mínimos de metales procedentes de la valorización de residuos: a partir de 2031, las baterías para vehículos eléctricos deberán incorporar un 16% de cobalto, un 6% de litio y níquel reciclado.

El Consejo ahora tendrá que aprobar formalmente el texto antes de que se publique en el Diario Oficial de la UE y entre en vigor.

AFP