El piloto británico, quien este año sumó su séptima corona en la máxima categoría del automovilismo mundial, y la sexta con el equipo Mercedes, tuvo un año diferente desde todo punto de vista.
Además de la inédita temporada, adaptada a las circunstancias pandémicas, en la que logró batir varios récords y también contagiarse del covid-19, Hamilton profundizó su lucha reivindicativa en un par de frentes muy distintos.
Por un lado, el aspecto racial. A partir de la muerte de Jacob Blake en Estados Unidos inició una fuerte condena a través de sus redes sociales que inmediatamente trasladó también hacia la interna de la Fórmula 1, reclamando por más oportunidades para pilotos negros.
Y por otra parte, el tema medioambiental y el cuidado del planeta. Hamilton es un activista importante en ese sentido aunque de hecho, resulta bastante difícil conciliar su actividad profesional, con coches que tienen un consumo importante de combustible y por ende generan un alto nivel de emisiones contaminantes, sin olvidar los viajes constantes para traslados de los equipos, con vuelos que incluso en su caso, realiza en su propio jet privado.
A pesar de ello el múltiple campeón mundial parece decidido a poner un granito de arena para mostrar que verdaderamente está empeñado en contribuir en la mejora del aire que respira el planeta.
Por una parte, ha declarado en una entrevista que ya no saldrán de su garaje los modelos deportivos que atesora, al menos los de motores a combustión. Vale recordar que allí se encuentran bellezas tales como un Shelby Cobra 427 de 1966, un Mercedes-AMG G63, un par de LaFerrari, o un Pagani Zonda de edición especial, entre otros. A partir de ahora pasarán mucho tiempo sin salir de allí, aunque no ha detallado si a la larga acabará deshaciéndose de ellos definitivamente.
"Ya no conduzco ninguno de los coches que tengo" asegura Hamilton en una entrevista a Reuters. "Solo conduzco mi Mercedes EQC" refiriéndose al SUV eléctrico de Mercedes.
Por otra parte su jet privado ya fue vendido. En tanto es sabido que fue uno de los primeros interesados en sumarse a la nueva categoría offroad eléctrica Extreme E, desarrollada por Alejandro Agag (CEO también de la Fórmula E) participando con un equipo de su propiedad (X44) y que está integrada por otros grandes nombres como los de Sebastian Loeb, Carlos Sainz y Nico Rosberg.
Y para finalizar, solicitó a los miembros de su equipo que siempre que sea posible, realicen sus traslados terrestres en vehículos eléctricos.
