Harry Shaw es un niño de cinco años que padece un cáncer terminal, conocido con el nombre de sarcoma de Ewing.
En las jornadas previas a la fecha catalana de la Fórmula 1, Harry hizo llegar a su ídolo un video con un mensaje, ataviado con la gorra del equipo Mercedes, en el que le deseaba buena suerte para la carrera en la que finalmente el británico se llevó una nueva victoria.
El propio Hamilton lo publicó en sus redes sociales el mismo sábado, al tiempo que el niño recibía una gorra autografiada con una tarjeta firmada por el quíntuple campeón mundial de la categoría.
Luego del aplastante triunfo del domingo, Lewis comentó: "Me inspiró muchísimo el mensaje que me envió Harry. Esta victoria es para él. Más tarde le enviaré un mensaje y trataremos de hacer algo especial".
Traducido, el "algo especial" finalmente se concretó este lunes con el envío de una réplica del auto Mercedes-Benz W10 EQ Power, a tamaño real, junto con el trofeo obtenido en la carrera de Barcelona, entregados en la casa del pequeño Harry.
La alegría del niño se tradujo en una inmensa sonrisa, descripta por su madre Charlotte: "Hamilton ha traído sonrisas a su vida, en un momento en el que la diversión no abunda".
