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70 años de leyenda

Lanzado en el Salón de París de 1948, el Citroën 2CV dejó al público sin palabras

Mientras que algunos se reían de su peculiar silueta, otros descubrieron en ella un espectro de cualidades faltantes en muchos modelos de aquella época

11.10.2018 14:37

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2018-10-11T14:37:00-03:00
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Desde los primeros días, el número de pedidos da la razón a la marca y a sus diseñadores visionarios.

André Lefebvre, responsable del departamento de diseño de Citroën, dotó al 2CV con un buen número de ingeniosas tecnologías para la época: tracción delantera, motor bicilíndrico refrigerado por aire, etc.

En realidad, fue antes de la guerra, desde 1936, cuando nació el proyecto TPV (Toute Petite Voiture) en Citroën.

Objetivo: hacer del automóvil un producto común, útil para el trabajo del mundo agrícola y accesible para todos, en una época en la que todavía se consideraba un objeto de lujo. Sencillez, frugalidad e ingenio se debían conjugar al servicio de un objetivo: "transportar cuatro personas y cincuenta kilos de patatas o un barril, a una velocidad máxima de 60 km/h".

El resultado: el primer TPV pesa 370 kg en vacío y su coste es un tercio que el del 11 CV. Solo tenía un faro, ya que la legislación de la época no obligaba a tener dos.

En 1939, unas 250 unidades de preserie estaban listas para el Salón de París pero se anuló por la declaración de guerra. Estas unidades fueron voluntariamente destruidas o escondidas tras la guerra, Citroën retomó el proyecto y hubo que esperar hasta 1948 para que la marca desvelará el 2CV en el Salón de París.

El Citroën 2CV se convirtió en un auténtico fenómeno social que tiene un gran éxito durante 42 años, con más de 5,1 millones de unidades vendidas (incluyendo las furgonetas) hasta 1990.

Hoy, el 2CV es un icono de la historia del automóvil y agrupa a numerosos coleccionistas en todo el mundo.

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