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Con nota máxima

Impresiones de manejo: probamos la nueva Range Rover Evoque híbrida enchufable

Se trata de la potente variante del nuevo SUV, ahora con una propulsión híbrida que ofrece un modo 100% eléctrico y recarga en la red.

12.07.2023 08:30

Lectura: 9'

2023-07-12T08:30:00-03:00
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Land Rover Uruguay ofrece en nuestro mercado una de las más recientes opciones de su emblemático SUV Range Rover Evoque, pero en su versión híbrida enchufable (PHEV o Plug-in Hybrid Electric Vehicle).

Gracias a la empresa local, tuvimos la posibilidad de manejar y disfrutar de uno de los modelos más atractivos e impactantes del mercado, dotado con algunos de los componentes tecnológicos de última generación utilizados en la industria mundial.

Claramente, hablamos de un vehículo de alta gama, tal como corresponde a una marca que, sin descuidar sus orígenes esencialmente aventureros, fabrica productos lujosos y refinados, y por cierto, muy potentes.

Exterior

Sin ser excesivamente grande, este Range Rover Evoque tiene un aspecto tal que le hace parecerlo. Con una línea de cintura bien alta, en forma de cuña, ofrece una estatura elevada con respecto al piso, con generosos ángulos de entrada (25°) y salida (30,6°) para el tránsito offroad, ruedas grandes con llantas de 20”, al igual que las puertas, también con buenas dimensiones y amplia apertura.

Sus dimensiones son de 4,37 metros de largo, 1,904 de ancho, 1,649 de altura y 2,681 de distancia entre ejes. La altura con respecto al piso es de 212 mm y la capacidad de vadeo, 600 mm.

Al frente destacan los faros afilados con la parrilla tipo panal de abeja y el logo de la marca inserto sobre el extremo superior derecho, y el nombre del modelo en grandes letras aplicadas al borde del amplìsimo capó.

Uno de sus detalles más característicos es el de las manijas de las puertas, que son eyectables y “se abren” al momento de desbloquear. Simultáneamente, los espejos exteriores hacen lo propio para quedar aptos para su utilización. Mientras que en la noche, proyectan un haz de luz hacia el piso, iluminando la zona próxima en tanto se aprecia la imagen de la silueta del modelo.

Por cierto, tiene sistema de llave Keyless Entry, con encendido del motor mediante botón de arranque.

En la parte de atrás, el portón tiene sistema de apertura y cierre eléctricos. En ambos laterales se encuentran las tapas para recarga de los dos combustibles: a la derecha para gasolina y a la izquierda, la de energía eléctrica.

Mecánica

Sin dudas, es uno de los aspectos diferenciales de este Range Rover Evoque. La propulsión se realiza a través de un motor a combustión 1.5L turbo, de tres cilindros, capaz de generar hasta 200 caballos de fuerza y 280 Nm de torque máximo entre 1.500 y 4.500 vueltas. Sumado a otro motor eléctrico de 110 CV y 260 Nm de par motor, vinculado a una batería de ion de litio y con sistema de regeneración de energía.

En total, la potencia liberada por ese conjunto alcanza los 309 caballos de fuerza y 540 Nm de torque, entre 2.000 y 2.500 rpm.

Está asociado a una transmisión automática y secuencial de ocho velocidades, con tracción integral permanente. Tiene sistema Terrain Response, con opciones de conducción Hybrid, EV (eléctrico) y Save. A su vez permite un manejo Eco o Comfort, y brinda distintas opciones offroad en función del tipo de superficie (arena, nieve, etcétera).

El motor naftero tracciona sobre el eje delantero. El eléctrico lo hace sobre las ruedas del eje posterior y la batería le otorga una autonomía de 62 km.

A potencia plena, según indica el fabricante, puede llegar a una velocidad máxima de 213 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos.

Vida a bordo

Aquí es donde comienza una de las primeras fiestas de los sentidos con esta Range Rover Evoque. Tal como corresponde a un vehículo de su clase, todo el interior resulta deslumbrante tanto por su diseño, los elementos que aportan al confort y la seguridad de los pasajeros, como por la calidad de los materiales utilizados.

Finos tapizados en cuero, apliques metálicos en distintas partes del habitáculo, luces tenues de ambientación, techo solar eléctrico panorámico en la casi totalidad de la superficie, reposabrazos con hueco guardaobjetos y tapa bipartida, volante multifunción, dos pantallas táctiles de 10” (una superior para administrar algunas funciones como navegador, comandos de voz, etcétera, y el sistema de multimedia, y otra inferior para seleccionar entre los diferentes modos de conducción y regular el climatizador bi zona, que tiene salidas traseras).

La columna de dirección viene con regulación eléctrica en altura y profundidad. En tanto, el asiento del conductor también se ajusta eléctricamente en todos los sentidos, con 12 posiciones posibles y memoria para hasta tres conductores diferentes. El del pasajero ofrece 10 y, en ambos casos, brinda además el ajuste para la zona lumbar.

Cuenta con cargador inalámbrico para el celular (debajo del selector de marchas) y un notable sistema de audio de 400W con 12 parlantes y un subwoofer. Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico y tiene bluetooth, radio AM/FM, GPS, comandos por voz y entradas USB.

En materia de seguridad cuenta con seis airbags, control dinámico de estabilidad, luces de frenado de emergencia, fijaciones isofix y Top Tether, control de descenso en pendientes, control de frenado en curvas, etc. En todas las plazas lleva cinturones de seguridad de tres puntas y apoyacabezas.

Por su parte el maletero es capaz de alojar hasta 472 litros, con los respaldos en posición normal.

Impresiones de manejo

Seguramente ni en los sueños más audaces, cuando en mi tierna juventud en la década de los 70 tuve oportunidad de manejar un glorioso Defender, hubiera podido imaginar la evolución que Land Rover podría alcanzar en sus productos más de cuatro décadas después. Aquella dureza y rusticidad, con un equipamiento espartano y un sistema de dos palancas para la reductora, se complementaban con una capacidad offroad envidiable para cualquiera que tuviera que afrontar tareas rurales en condiciones extremas.

Ubicarse al volante de este Range Rover Evoque, inevitablemente rescata alguna imagen de aquellos tiempos, apenas como para poder apreciar esa evolución.

Además de la comodidad de los asientos y las posibilidades de ajustes eléctricos que permiten encontrar la posición perfecta, comienzan a sumarse todos los atributos de esta versión híbrida. Tras presionar el botón de encendido, el vehículo queda pronto para iniciar la marcha que siempre se realiza en modo eléctrico. Por lo cual el silencio es absoluto y la capacidad de salida, imponente, pues dispone de todo el torque inmediato que caracteriza a este tipo de propulsión. Ocurre aún cuando la batería está descargada, pues la capacidad de regenerar, siempre le permite acumular un mínimo de energía suficiente como para iniciar el movimiento. Tras lo cual, automáticamente surge en escena el motor naftero.

Si bien se puede percibir levemente el sonido de este propulsor, es como escuchar una suave sinfonía, muy disfrutable, tanto como las transiciones de marchas, que también se realizan con una fluidez total, apenas perceptibles.

Como decía antes, la autonomía en modo eléctrico alcanza para recorrer 62 km. La batería se puede recargar por completo en alrededor de seis horas en un tomacorriente domiciliario, o 1,5 horas en un cargador Wallbox. La entrega de fábrica incluye el equipo de conexión necesario para esa tarea.

Demás está decir que potencia y torque brindan una capacidad de reacción incomparable, ignorando por completo las algo más de dos toneladas de peso del SUV. E inmediatamente comienzan a desplegarse todos los asistentes y ayudas a la conducción. Por ejemplo, el indicador de punto ciego, el de salida involuntaria del carril, el asistente de arranque en pendiente, detección del tráfico trasero, frenado autónomo de emergencia, alerta de fatiga, sistema start&stop, sensores de luces y lluvia, espejos con sistema de antiencandilamiento (todos) y exteriores con desempañador, iluminación full led, luces con nivelación automática, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara trasera, monitor de colisión trasera, etc.

Cuenta con freno de mano electromecánico, que se activa mediante un pequeño botón ubicado en la empuñadura del selector de marchas. Por otra parte, el control de velocidad crucero adaptativo, permite mantener una distancia predeterminada con respecto al vehículo que circula por delante, y detiene la marcha cuando el otro lo hace. Cuando vuelve a moverse, el Evoque tarda un instante más, hasta detectar que se cumple con la distancia establecida.

Naturalmente que dentro del tránsito urbano impone respeto y se comporta con gran docilidad y maniobrabilidad. Y viajando en ruta a velocidades más altas, se desliza como en una alfombra mágica, con un sistema de suspensión exquisito que ofrece un gran confort en ruta, se siente firme en curvas sinuosas, y es capaz de soportar el rigor de los senderos rurales.

Y por último, resulta maravilloso comprobar que es casi imperceptible el descenso del nivel del tanque de combustible. Si bien de fábrica se indica un consumo mixto de 1,4 litros cada 100 km (71,4 km/l), en la práctica y en el tránsito urbano durante los días de prueba, el rendimiento indicado por la computadora fue de 2,4 l/100 km (41,66 km/l). Vale aclarar que uno de esos días no recargué la batería. Todo ello con muy bajas emisiones de gases residuales contaminantes.

Conclusión

Decir que es un verdadero placer manejar el Range Rover Evoque, seguramente sea una expresión mezquina que no logre representar cabalmente el disfrute que genera. Que no por obvio, ya que se trata de un vehículo de alta gama, vale la pena destacar.

Suavidad de marcha, potencia, capacidad offroad, elegancia, tecnología de alto nivel que brinda una seguridad casi “envolvente” a sus pasajeros y un confort de alta calidad, conforman un producto que sin dudas, es objeto representativo de la maravilla que la industria automotriz es capaz de lograr en la actualidad.

Land Rover Uruguay ofrece una garantía de tres años para este Range Rover Evoque SE 1.5L PHEV, y su precio de venta es de U$S 124.990.

Fotos y video: Luis Piedra Cueva