Impresiones de Manejo: probamos el MINI Cooper SE, totalmente eléctrico

Solo con el hecho de saber que durante algunos días habrá un MINI Cooper en la cochera de tu casa, es suficiente como para experimentar mucha ansiedad y expectativa para que ese momento se concrete de una vez.

Además de todos los aspectos estéticos que históricamente definen al emblemático modelo, ineludiblemente está asociado a sus prestaciones dinámicas, tecnológicas y de confort que lo posicionan como un vehículo con características únicas.

Pero esta vez la expectativa fue bastante más importante porque se trataba de una variante impulsada enteramente por una motorización eléctrica. Entonces a la ansiedad inicial se sumaba una gran intriga por sentir en mano propia de qué forma la marca británica, propiedad de BMW Group, lograba mantener sus mayores atributos, pero con emisiones cero.

Vale repasar que a nivel de diseño, el MINI Cooper eléctrico presenta algunas diferencias que lo distinguen de su similar con motor a combustión. Naturalmente el frontal es donde salta a la vista la característica de la propulsión eléctrica, pues carece de la clásica parrilla que favorece la ventilación del motor naftero. Para ello necesariamente hubo que transformar la estructura del paragolpes, que tiene un aspecto completamente innovador.

Las llantas de 17” también ofrecen un diseño muy singular, fácilmente asociable a un modelo eléctrico y que por tratarse de un modelo Resolute Edition se denominan MINI Collection Spoke, en tanto el sistema de iluminación full led, sintoniza con la innovación y ofrece algunas prestaciones únicas, incrementadas como componentes opcionales. Por cierto que mantiene la originalidad de los señaleros circulares, bordeando los faros principales, y el diseño de las luces traseras, que simulan la bandera británica. En este sector también encontramos un paragolpes remodelado que acentúa su aspecto robusto.

Como detalle estético y de gran utilidad en la oscuridad de la noche, desde los espejos externos se proyectan luces hacia el piso con la forma del logo de MINI, amén de una iluminación propia que tienen las manijas de las puertas.

Lo que en un auto convencional sería la tapa del tanque de combustible, en ese lugar se ubica el conector para el cable que viene de serie con el modelo, para enchufarlo a la hora de recargar la batería.

El interior despliega a pleno el universo MINI, en el que se combinan a la perfección los componentes deportivos con un ambiente refinado y elegante, construido en base a materiales de nivel premium y alta calidad de fabricación. Tiene tapizados en cuero Lounge MINI Yours Carbon Black, con asientos extensibles para el apoyo de las piernas, volante revestido en cuero Napa y un delicado diseño lumínico ambiental que recorre las puertas, el panel y la zona baja hacia el piso, con opciones de color de acuerdo a la preferencia del conductor sobre el modo de manejo seleccionado.

El histórico distintivo del gran velocímetro central, ahora actúa como pantalla táctil multifunción, desde donde se administra el sistema multimedia, la conectividad y otras varias funciones con distintas informaciones del vehículo y las imágenes de la cámara de visión trasera en reversa. Y naturalmente, es inevitable palpitar un poco de emoción ante ese panorama tan icónico de la marca.

Por supuesto que el panel de instrumentos fue adecuado para la configuración de un vehículo eléctrico. Detrás del volante se muestran dos exhibidores digitales que indican el nivel de carga de la batería, y el comportamiento de la carga y descarga, en función de las aceleraciones o desaceleraciones. Entre ellos se encuentra un visor digital que ofrece otras informaciones del auto, incluyendo el tiempo restante para completar la batería una vez que lo enchufamos para la recarga correspondiente.

Por debajo de la gran pantalla circular se ubican una serie de comandos por botones y de teclas, que administran regulaciones de circulación de aire, climatización, etc, y también, diferenciada por tamaño y por su color verde, que pone en marcha y apaga el motor. Como no hay ningún tipo de sonido una vez que se enciende, la referencia surge del panel de instrumentos, con el indicador del consumo de energía.

También desde ese sector se ajustan los modos de manejo, que incluyen una opción Power (la iluminación ambiental queda en rojo) que brinda las mejores prestaciones dinámicas de velocidad y aceleración, una Green, que prioriza un mejor rendimiento de la carga de la batería (con iluminación en verde), y otra Green+, que obtiene el máximo rendimiento energético, desconectando automáticamente funciones como las del aire acondicionado. 

Entre otros componentes de este MINI Cooper SE Resolute Edition, vale destacar el volante multifunción con un gran logo al centro, que gestiona los sistemas de audio, telefonía y los controles de velocidad crucero y del limitador. Por otra parte, el posabrazos central oculta bajo su tapa el cargador inalámbrico para celulares, con un sistema de ajuste para inmovilizar el aparato durante ese proceso. En tanto la columna de dirección tiene regulación de altura y de profundidad.

Todo ese confort interior se complementa con un notable sistema de audio distribuido con 12 altavoces HiFi Harman/Kardon con un amplificador de ocho canales y 360 W de potencia. Tiene sistema de navegación GPS MINI, bluetooth y conectividad Apple CarPlay y a ello se suma el techo sunroof panorámico eléctrico.

Vale recordar que por tratarse de un modelo tres puertas, el acceso a las plazas traseras se concreta mediante el deslizamiento de los asientos delanteros, necesario para generar el espacio suficientemente amplio como para pasar sin demasiadas contorsiones. Una vez allí, hay una amplitud bastante confortable, esencialmente para personas que no sean demasiado altas.

Por su parte el maletero, que viene con un doble fondo, puede alojar hasta 211 lts de volumen, ampliable en el caso de rebatir los respaldos de los asientos traseros. 

A nivel mecánico, se impulsa con un motor eléctrico síncrono con una potencia de 184 HP y un torque brutal de 270 Nm disponible desde la partida, tal como ocurre con este tipo de propulsiones. La transmisión es automática de una etapa y se puede manejar casi que exclusivamente solo con el pedal del acelerador (One-Pedal Feeling) que al soltarlo, actúa como freno del auto.

La batería de 32,6 kWh se encuentra en el piso y según el fabricante ofrece una autonomía de 232 km en ciclo WLTP. La recarga en una conexión doméstica (2,3 kW) puede tardar hasta 12 horas, en tanto en cargadores rápidos (50 kW), como el que se encuentra en el World Trade Center de Montevideo, recupera hasta el 80% de su capacidad en 35 minutos.

Impresiones de Manejo

El verdadero placer comienza cuando se pone en marcha. Decía al principio algo acerca de las dudas que a priori me generaba la variante con esta propulsión eléctrica, sobre todo pensando tal como lo hacen los puristas de los poderosos deportivos nafteros, que defienden sus prestaciones a ultranza.

Y claramente, no hay nada más alejado de la realidad que esa afirmación. La capacidad de aceleración, que le permite llegar desde 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, logra elevar simultáneamente los niveles de adrenalina del conductor a valores muy disfrutables, mientras la espalda se pega al respaldo del asiento. Si a ello agregamos que las emisiones contaminantes desaparecen totalmente, entonces la combinación es perfecta.

Tampoco hay contaminación sonora. Cuando comienza a moverse, y hasta llegar a los 20 km/h, emite un sonido exterior para advertir de su presencia a eventuales peatones que estén a su alrededor. Luego se escucha solamente el ruido de las ruedas rodando sobre el pavimento.

Mantiene intactas e incluso incrementadas, las virtudes de estabilidad y adherencia al suelo típicas de MINI, reconocidas como go-kart. El peso de la batería ubicada en el piso del auto, contribuye para bajar aún más el centro de gravedad y con ello aumentar sustancialmente el disfrute de manejar a velocidad sobre trazados sinuosos.

Aún para los conductores más conservadores en su estilo, es imposible resistir la invitación permanente de pisar el acelerador. Siempre responde con una energía espectacular para salir rápidamente de situaciones de tráfico entreveradas, brindando una seguridad adicional al conductor urbano. O en caso de salir a la ruta, para rebasar a otros vehículos más lentos.

Todo en un ambiente de máximo confort y seguridad. El audio, con una sonoridad impecable y casi sin intromisiones exteriores, los asientos confortables con ajustes de altura y de apoyo lumbar que además ofrecen una agradable suavidad al tacto, y todos los sistemas de seguridad posibles como los seis airbags, controles dinámicos de tracción y de estabilidad, sensores delanteros y traseros, neumáticos Runflat a prueba de pinchaduras (el auto no lleva rueda auxiliar), asistente de partida en pendiente, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejos antiencandilamiento y muchos otros componentes, son parte fundamental de una disfrutable experiencia de manejo.

Mención aparte merece el sistema del acelerador que de hecho y en la práctica, se convierte en el único pedal de uso constante. Al momento de levantar el pie, el coche comienza a frenar tal como lo hacemos habitualmente en un auto convencional. Con el hecho agregado de que con ese acto además, se inicia el proceso de regeneración de energía que se envía a la batería para su recarga, y que se puede ver en el instrumento correspondiente, ubicado atrás del volante y a nuestra izquierda.

Por cierto que el sistema de suspensión está configurado para transitar sobre superficies perfectamente planas, nivel europeo. Aún así, logra superar con hidalguía cuando se lo enfrenta a nuestra realidad de calles deterioradas, sin incomodar a sus pasajeros con golpes o sacudidas molestas.

Este MINI Cooper SE Resolute Edition es una de las grandes maravillas de la tecnología más avanzada existente dentro de la industria automotriz mundial. El mercado uruguayo es uno de los privilegiados por tenerlo dentro de su oferta, comercializado para empresas por COMAP a un valor del orden de los U$S 44.000. Tiene garantía de tres años o de 200.000 km, con el respaldo de Magna Motors.

Y a ciencia cierta, tras esta breve pero intensa experiencia de convivencia, sin ninguna duda es posible afirmar que estamos ante uno de los mejores MINI de todos los tiempos. 

El más MINI de todos los MINI.

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