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De largo alcance

Impresiones de Manejo: experiencia de 20.000 km con el Fiat Pulse Drive automático

A través del uso cotidiano, incluyendo viajes de larga distancia a los países vecinos, tomamos apuntes de varios aspectos del nuevo modelo

10.05.2023 10:43

Lectura: 13'

2023-05-10T10:43:00-03:00
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Es sabido dentro de esta noble profesión, que la única manera de evaluar eficazmente un vehículo es a través del uso cotidiano y prolongado, incorporándose a la vida diaria tal como si fuera nuestro propio automóvil. Cosa que generalmente y por razones diversas es muy poco probable, esencialmente en un mercado con las características del nuestro. Sin perder nunca de vista que siempre serán apreciaciones personales y muy subjetivas.

Gracias a un gran gesto de Sevel Uruguay, desde hace casi un año tengo la posibilidad de disfrutar de este coche, llegado al mercado a principios del 2022, y que recién a partir de algunas promociones y beneficios, parece tomar impulso en su comercialización de tal forma que el consumidor compatriota empieza a descubrirlo.

Vale recordar que el nuevo SUV compacto de Fiat se ofrece en Uruguay en cuatro versiones. Dos con motor 1.3 (uno con transmisión manual de cinco marchas y otro automático CVT) y dos con el propulsor 1.0 turbo, ambos con caja automática. Si bien desde la versión de entrada ofrece un muy alto nivel de equipamiento, recién las superiores son las que reúnen la mayoría de los items disponibles, esencialmente los referidos a la asistencia a la conducción (ADAS).

El Pulse Drive 1.3 CVT, objeto de este informe, viene entonces con ese conocido motor de Fiat, comprobadamente confiable, capaz de liberar hasta 99 caballos de fuerza y 128 Nm de torque, acoplado a la caja de cambios automática CVT (continuamente variable) con seis marchas simuladas. Viene con opción secuencial, y un botón Sport en el volante, que aliviana el acelerador y la dirección, aumentando las revoluciones del motor.

Mientras que entre los componentes de su equipamiento, tiene todo lo que se puede esperar de un producto de esta franja de precios. Cuatro airbags, fijaciones isofix, control de tracción y de estabilidad, asistente de partida en pendiente, espejo exterior con tilt down (baja al colocar la reversa), iluminación full led, DRL (luz de marcha diurna), climatizador automático, cargador inalámbrico para celulares, dirección con asistencia eléctrica progresiva, multimedia con pantalla de 10,1”, navegador nativo, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, bluetooth, cámara de reversa y sensores de estacionamiento trasero, control crucero y limitador de velocidad y mandos al volante, son buen parte de los elementos más importantes.

Estéticamente tiene un diseño agradable, amén de una buena estatura, bien confortable para subir y bajar del vehículo. Calza llantas de aleación de 16”, y entre sus proporciones más sobresalientes destacan la trompa, bastante larga, y el ancho total, lo que sin dudas incide, como veremos más adelante, en las prestaciones dinámicas.

Vida a bordo

Pulse es un SUV compacto de buenas proporciones. Hay un espacio suficientemente amplio en todos sus sectores, aún para personas un poco más altas que la estatura promedio. Permite alojar hasta cinco personas, con la salvedad de que quien quede en el medio del asiento trasero, resulta un poco más apretado que el resto. La consola central, que en este modelo además oficia de apoyabrazos delantero y guardaobjetos con tapa, avanza algo en exceso hacia atrás, restando un poco de espacio a ese lugar destinado al pasajero del medio. Además, para quienes somos un tanto enfermizos con el mantenimiento impoluto de los plásticos, queda además muy expuesto a las patadas, por lo cual requiere de un mantenimiento permanente para eliminar los “raspones” producidos con la punta de los zapatos. Es importante aclarar que a partir de la llegada del nuevo Fastback (que vimos hace pocos días) parece que el equipo de diseño de la marca tomó nota del tema, pues si bien es muy semejante la estructura, ahora el dispositivo viene con una recubierta de un material que parece inalterable.

Como contrapartida, tiene un puerto USB para recargar celulares (no conecta al sistema multimedia), y un hueco para alojar objetos pequeños.

Los asientos son cómodos, con espuma de densidad media, y de buenas proporciones para el apoyo de espaldas y piernas. En tanto el respaldo trasero, enterizo y reclinable, ofrece también una inclinación confortable. Todo con tapizados en tela, agradable al tacto, resistente y muy fácil de limpiar. El del conductor viene con ajustes longitudinales y de altura, que sumado a la regulación de altura de la columna de dirección, permite lograr siempre una posición de manejo confortable.

Tiene luz en el techo independiente para el asiento trasero, y no viene con “pasamos” de techo para ninguno de los pasajeros. Y Fiat eliminó definitivamente las entradas de 12V, cosa que extraño pues todavía utilizo algún artefacto que requiere de esa alimentación.

La ergonomía del puesto de manejo es impecable. El cuadro de mandos del panel frontal, con “botones” táctiles, está orientado hacia el conductor y con ello se facilita notablemente su accionamiento. También es impecable la gran pantalla digital, con alta definición para la imagen de la cámara de reversa y la gestión de diversas funciones, incluyendo configuraciones del auto. Por su parte el volante multifunción permite gestionar el control crucero y el limitador de velocidad, y los sistemas de telefonía. También desde allí se administran las informaciones de la computadora, incluyendo el monitor de presión de aire de los neumáticos. A su vez, por detrás del volante se encuentran los comandos para ajustar la radio. En la mano derecha, para el volumen del audio, y en la izquierda, la sintonía.

En movimiento urbano

Cada mañana, mantengo el mismo entusiasmo de salir a las calles a manejar tal como ocurre desde que llegó el Pulse a mi casa. Además de confortable, todas las funciones se ejecutan con suavidad, y con un buen nivel de insonoridad.

Aunque suba al auto con las manos ocupadas con artículos varios tales como el celular, lentes, billetera, etc, rápidamente se pueden ubicar todos ellos en los diversos huecos guardaobjetos de la cabina. Es más, cada día se pueden ir cambiando de lugar, y sin tener que recurrir a la amplia guantera, que tiene una gran capacidad y una disposición bien amigable.

Como particularidad, los tres cinturones de seguridad del asiento trasero (todos de tres puntas), se indican en el tablero al momento de que esos pasajeros se los colocan. No emiten alerta si no lo hacen, pero sí se activa la alarma sonora si se lo desabrochan con el vehículo en marcha.

El comportamiento dinámico del conjunto mecánico, es impecable. No es necesario someter el acelerador a ninguna brusquedad para que el Pulse se comporte con una agilidad confortable, incluyendo las salidas en el semáforo una vez que cambia la luz. Aún sin una potencia abrumadora, con sus casi 100 caballos perfectamente puede picar en punta tomando cierta distancia de los autos que vienen atrás, si así lo desea el conductor.

El consumo promedio para este conjunto del motor 1.3 con la caja de cambios automática CVT, se ubica en torno a 16,7 km/lt. Aclaro que si bien se trata de un recorrido urbano, en general utilizo la Rambla para transitar desde la Ciudad de la Costa hasta la Plaza Independencia, siempre respetando los límites de velocidad establecidos.

Todas las funciones intervienen eficazmente. Desempaña y climatiza rápidamente, el navegador es muy práctico, y el sistema de audio también se disfruta plenamente. Un detalle innovador es que el comando de encendido de luces tiene solamente dos posiciones: on y off. Mientras no se activa, están prendidas las afiladas luces led de marcha diurna, junto con las luces traseras. No así las de la matrícula. Entonces con un solo movimiento se enciende todo el conjunto lumínico exterior, una vez que cae la noche.

Primer viaje largo: Argentina

A fines de enero encaramos nuestra primera salida al exterior, para un encuentro familiar en la localidad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Vale el dato pues es un trayecto de 800 km que utilizando una de las opciones viales, transcurre en buena medida sobre rutas de doble vía. Aunque en verdad hay un buen tramo de la vieja ruta 14, saliendo de Gualeguaychú, que no se encuentra en muy buen estado y no admite mantener una velocidad de marcha constante. Y claramente, gracias a la geografía del vecino país, casi en su totalidad transcurre en absoluta planicie.

Este Fiat Pulse parece hecho especialmente para viajar. Puede marchar a 80 km/h o a 130 km/h, sin que se note prácticamente la diferencia. No hay sonidos del viento ni de ninguna otra cosa, pues el motor, aún en la velocidad mayor, no llega a las 3.000 vueltas. Por ende, funciona con absoluta comodidad. La estabilidad también es perfecta, con el volante que se afirma en función del velocímetro y la sensación es de estar sobre una auténtica alfombra mágica.

Hice una primera prueba del control crucero, todavía del lado uruguayo, y funciona bien. Pero claro, por tratarse de una caja automática, que no tiene la inmediatez de una manual, como el sistema intenta mantener la velocidad constante preestablecida (probé a 110 km/h), a la hora de iniciar el ascenso del repecho el motor se ve obligado a levantar sus revoluciones. Y en ese caso, sí se escucha un ronquido más fuerte, sin que llegue a resultar molesto.

Pero del otro lado del charco, el panorama es diferente. Una vez que llegamos a una ruta en buen estado, es donde el auto se luce en todo su esplendor deslizándose sobre el asfalto con un disfrute total. Por si faltara alguna cosa, el climatizador se suma a la fiesta y genera la temperatura ideal para un confort perfecto de todos.

A la hora de los sobrepasos, siempre a conciencia cabal de las capacidades del vehículo, la respuesta es correcta y mejor aún tomando la precaución de activar el botón “Sport” del volante. Con ello se logra la agilidad suficiente como para efectuar la maniobra rápidamente y con total tranquilidad.

Como decía antes, la propia estructura del vehículo y un sistema de suspensión bien calibrado, permiten encarar las curvas con absoluto confort, con el auto bien plantado sobre el piso y sin inclinaciones excesivas.

Otro punto alto es el diseño exterior, que además de ofrecer un buen coeficiente aerodinámico que otorga varios beneficios al comportamiento del vehículo, la ingeniería de Stellantis logró reducir el ruido del viento a su mínima expresión, esencialmente en los espejos laterales. 

Viajamos tres adultos en un fin de semana, recorriendo cerca de 1.600 km, y en esas condiciones, con velocidades de entre 110 y 130 km/h, con climatizador activo, la computadora indicó un consumo de 13,7 km/lt.

Segundo viaje: Brasil

Además de tratarse de un recorrido mucho mayor, los 1.290 km de distancia hasta Florianópolis presentan una geografía completamente diferente a la de Argentina, claramente. Además, y por tratarse de las vacaciones anuales, también fue mayor el peso a bordo, con cuatro personas adultas y un equipaje abundante.

En tal sentido, el espacio del maletero permite alojar hasta 370 lt de carga. Incluyendo dos reposeras, dos sombrillas, bolsos y valijas, con algo de ingenio es sorprendente la cantidad de objetos que se pueden acomodar en ese lugar, sin afectar el interior del habitáculo.

Si bien es un recorrido que transito cada año desde hace casi 20, con una amplia variedad de vehículos y marcas, esta vez sería la primera que lo haría con un coche con transmisión automática, y del tipo CVT. Y debo confesar que me generaba cierta inquietud.

Quienes conozcan el camino de acceso a Barra da Lagoa, nuestro lugar de destino, sabrán del Morro de las Siete Curvas, y de la pendiente de los repechos durante ese sinuoso recorrido. Sumado a la trepada posterior pasando la Lagoa da Conceiçao. Que además de la dificultad geográfica, frecuentemente padece trancazos en la circulación, quedando los vehículos detenidos con la mirada apuntando hacia el cielo.

El año pasado hicimos el viaje con un precioso Fiat Argo Trekking, primo menor del Pulse, que coincidentemente, utiliza este mismo motor 1.3, con la misma potencia, pero con caja de cambios manual. Si bien el asistente de partida en pendiente es un gran colaborador en tales circunstancias, igualmente la maniobra requiere de cierta precisión de movimientos y una buena exigencia sobre el acelerador para salir airosos de esa incómoda situación.

Decía entonces que intenté buscar información sobre el manejo en las sierras con cajas de cambio CVT para no encontrarme con sorpresas desagradables, cosa que infelizmente no pude lograr. Pensé en usar el modo manual, porque si bien las marchas son simuladas, la transmisión de la potencia es un poco más directa e inmediata.

Pues bien. Naturalmente quedamos detenidos en pleno repecho y felizmente, solamente con activar el botón Sport, fue más que suficiente para reiniciar la marcha, con carga completa y el climatizador prendido, con total soltura.

Es un viaje muy largo y aún con todas las paradas necesarias, siempre resulta bastante cansador. Pero Pulse es un excelente compañero de ruta, con la comodidad necesaria y todo el confort, capaces de aliviar al máximo de lo posible el esfuerzo requerido. Ya a sabiendas de su comportamiento gracias al viaje anterior, el control crucero siempre es una gran ayuda para aliviar el pie derecho utilizándolo sobre todo en los largos tramos, esencialmente sin muchas elevaciones.

El diseño lumínico interior también funciona correctamente. Durante la noche permite apagar la pantalla directamente a través de un comando específico, y es posible reducir la intensidad del panel de instrumentos para no generar una fatiga extra en la visión del conductor. Para mi gusto, sería ideal que permitiera atenuar aún un poco más.

En el recorrido total de casi 3.000 km, en su gran mayoría con el climatizador encendido, el consumo indicado por la computadora se ubicó en 13,4 km/lt.

Conclusión

Pulse es una notable creación de la ingeniería de Fiat, pensado y desarrollado para los clientes sudamericanos. Tiene grandes aciertos conceptuales desde el punto de vista mecánico y en esta versión Drive 1.3 CVT, con un puntaje muy alto para el confort de marcha como aspecto realmente sobresaliente.

También acompaña la eficiencia energética en cuanto al consumo se refiere, teniendo en cuenta la incidencia directa que en ese sentido tiene el estilo de manejo. En mi caso, soy de los que tratan con bastante cariño al acelerador, evitando las brusquedades.

Hay también en esta versión un nivel de equipamiento muy completo. Más allá de alguna pequeña carencia que mencioné a lo largo de la nota, como gusto personal desearía que contara con los faros camineros, esencialmente por mi preferencia de viajar de noche. Ni tanto por cuestiones de iluminación, pues es full led y alumbra maravillosamente, sino más bien porque es un aporte importante en los tramos con niebla cerrada, y nocturna. Y creo importante también incluir el soporte para el extintor como equipo de serie, pues tiene un lugar predeterminado para ubicarse, pero sin el soporte de sujeción propiamente dicho.

Como recomendación, quienes disfruten como yo de una conducción amable y serena, hagan su test drive con esta versión o cualquiera de las otras, pues aún con diferentes motores y potencias en las opciones superiores, hay características básicas que les son comunes a todas ellas.

Sin lugar a dudas, podrán descubrir un producto excelente que les permitirá disfrutar a pleno del placer de manejar.