Automovilismo

No solo cuestión de talento

Fórmula 1: Charles Leclerc se perdió una victoria histórica en Barein

El debut del joven piloto con Ferrari tenía todo servido para festejar merecidamente, pero a poco del final, la mecánica se lo impidió

01.04.2019 08:31

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Charles Leclerc comenzó la temporada 2019 como piloto titular de la Scudería Ferrari, ocupando la butaca liberada por Kimi Raikkonen y formando dupla con Sebastian Vettel. cuatro veces Campeón Mundial de Fórmula 1.

Si bien la primera fecha disputada en Australia fue algo decepcionante para la casa de Maranello, sobre todo por lo mostrado en los ensayos de pretemporada barcelonesa, el panorama para el GP de Barein, segunda etapa del torneo, se presentó muy alentador para los bólidos de Ferrari y en especial, para el joven piloto monegasco de 21 años.

Ya desde los ensayos libres del viernes, Leclerc se ubicó al tope de los registros en los tiempos de vuelta, seguido de su compañero de equipo. Y ese esquema se mantuvo firmemente aún en las pruebas de clasificación, en las que a pesar de la presión de Vettel, haciendo gala de una notable serenidad, no le tembló el pulso como para asegurarse la pole position para la carrera nocturna de este domingo.

Así fue entonces que el joven Charles partió en la punta de la grilla, acompañado de Vettel y escoltado por los dos coches de Mercedes-Benz, de Hamilton y Bottas en ese orden, y Max Verstappen a sus espaldas. Rápidamente el alemán de la Ferrari Nº 5 le sacó una pequeña ventaja para asumir el liderazgo, mientras que si bien tuvo algún "forcejeo" con Hamilton en la primera curva, inmediatamente pudo liberarse para salir en busca de su compañero de equipo.

Y vaya si lo hizo. Charles Leclerc asumió el liderazgo y con alguna intermitencia por los cambios de neumáticos, fue puntero durante la mayor parte de la prueba pactada a 57 vueltas, con una cómoda ventaja que supo mantener con gran solvencia.

Pero carreras son carreras, y es este uno de los deportes individuales que no los son en absoluto. No solo porque depende de un gran equipo de personas que aportan su cuota parte para que todo funcione a la perfección, sino porque además depende en gran medida y se sustenta en el medio mecánico.

A falta de ocho vueltas para la bandera a cuadros, la Ferrari Nº 16 empezó a perder potencia. En primera instancia se habló de una falla en la recuperación de energía, que aporta alrededor de 140 caballos adicionales a la potencia generada por el motor. Terminada la carrera, el equipo informó que se trató de un defecto en uno de los pistones del V6. Lo cierto es que los 8 segundos que separaban a Leclerc de Hamilton se consumieron rápidamente, así como también los más de 20 que le llevaba a Bottas y a Verstappen.

Con un poco de fortuna, que hizo algo de justicia por todo lo que tenía hecho el fin de semana el joven de Mónaco, la bandera amarilla y el auto de seguridad neutralizaron la prueba durante los dos giros finales, de tal modo que el otro joven piloto, el holandés de Red Bull, no pudo superarlo y gracias a ello, a duras penas logró quedarse merecidamente con el tercer escalón del podio.

Mercedes-Benz entonces vuelve a concretar un doblete con sus dos pilotos en las primeras posiciones, seguidos por Charles Leclerc de Ferrari.

Finalizado el GP de Barein y antes de la ceremonia de entrega de premios, el piloto británico, cinco veces campeón del mundo le dijo que comprendía el sentimiento de frustración por la impotencia del desperfecto, augurándole también un gran futuro.

De lo que no quedaron dudas, pues fue la gran estrella del fin de semana y aunque no se plasmó con un resultado acorde, quedó demostrada la capacidad y el talento de la nueva ficha surgida de la Academia de Ferrari.

Vale recordar que al igual que ocurriera con Verstappen, Leclerc fue otro de los rivales directos que se enfrentaron con el uruguayo Santiago Urrutia en las pistas del karting europeo. En el 2010 se midieron en los circuitos de Portugal por el Campeonato Mundial de la especialidad y todas las veces, nuestro compatriota lo miraba por el retrovisor.

Luis Piedra Cueva