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Mentir es cosa fea

Falsificación de pruebas de seguridad: una filial de Toyota suspende sus entregas

La marca nipona cerró drásticamente las entregas de Daihatsu tras comprobar varias falsificaciones en sus evaluaciones de seguridad.

20.12.2023 17:45

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2023-12-20T17:45:00-03:00
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Tokio, Japón - El fabricante de automóviles japonés Daihatsu, filial de Toyota, tomó el miércoles la radical decisión de suspender las entregas de todos sus modelos después de que una investigación independiente identificara numerosos hechos de “falsificación” de sus pruebas de seguridad.

Daihatsu admitió en abril y mayo pasado haber alterado los resultados de las pruebas de choque de ciertos modelos, y se creó una comisión independiente para investigar con el fin de “aclarar completamente la naturaleza de las irregularidades e identificar su causa fundamental”.

Según el informe hecho público el miércoles y presentado al Ministerio de Transporte japonés, la investigación ha identificado 174 irregularidades entre 25 categorías de pruebas, la más antigua de las cuales se remonta a 1989.

Estas irregularidades afectan a un total de 64 modelos de vehículos, incluidos modelos que ya no se fabrican, incluidos los fabricados por encargo de Toyota, Mazda y Subaru.

Daihatsu, especialista en minivehículos muy populares en Japón llamados “kei cars”, mercado del que controla alrededor del 30%, presentó sus “más sinceras disculpas” a sus clientes por haber “traicionado su confianza”. Decidió “suspender temporalmente las entregas de todos los modelos desarrollados por Daihatsu y actualmente en producción en Japón y en el extranjero”.

“Ningún fracaso sería perdonado”

Como la certificación es un “requisito importante” para que un fabricante de automóviles funcione, “nuestra mala conducta equivale a ignorar” este proceso, dijo el miércoles el presidente de Daihatsu, Soichiro Okudaira, en una conferencia de prensa, antes de inclinarse profundamente.

En su informe, el grupo de expertos independientes achaca los fallos de Daihatsu a factores como “la presión extrema debida a un calendario de desarrollo demasiado estricto y rígido” y la falta de experiencia de la dirección.

El personal responsable de las pruebas de seguridad “se vio sometido a una gran presión para superarlas” porque “el número de vehículos de prueba disponibles era limitado para reducir los costes”, explicó el miércoles a los periodistas el presidente de la comisión de investigación, Makoto Kaiami.

“La mentalidad predominante era que ningún fracaso sería perdonado”, añadió.

Según la emisora pública NHK, el Ministerio de Transporte japonés llevará a cabo el jueves una inspección en las instalaciones de Daihatsu para intentar confirmar los hechos registrados en el informe.

“Gravedad extrema”

La propia Toyota expresó en un comunicado aparte sus “sinceras disculpas por las molestias y la preocupación que esta situación ha causado”, y también anunció que suspendería la entrega de los modelos afectados.

El objetivo de los controles es verificar “que los vehículos cumplan diferentes estándares para que los clientes puedan conducir su vehículo con total tranquilidad” y son “un requisito previo esencial para operar como fabricante de automóviles”, dijo Toyota.

“La extrema gravedad” de la “negligencia de Daihatsu en el proceso de certificación ha sacudido los cimientos mismos de la empresa como fabricante de automóviles”, añadió.

“Para evitar que esto vuelva a suceder […] es necesaria una reforma fundamental para revitalizar a Daihatsu como empresa”, y será necesario “no solo revisar la gestión y las operaciones comerciales, sino también la organización y estructura” de la empresa, juzgó Toyota.

El gigante del automóvil ya se vio afectado el año pasado por un escándalo sobre pruebas inadecuadas de los motores del fabricante de camiones Hino, del que es accionista mayoritario.

Daihatsu produjo más de 1,7 millones de vehículos en todo el mundo en el año fiscal 2022/23 que finalizó a finales de marzo pasado, aproximadamente la mitad de los cuales se produjeron en Japón. Realiza la mayor parte de sus ventas en el archipiélago y en el Sudeste Asiático.

Fundada en 1907 para fabricar motores de combustión interna, la empresa con sede en Osaka (oeste de Japón) lanzó su primer vehículo de tres ruedas en 1931. En 1967 pasó a estar bajo el control de Toyota.

Por Mathías Cena y Tomohiro Osaki - AFP