Laurent Lazard es de origen francés, pero llegó a nuestro país y por varias razones, aquí se instaló para continuar su vida como un hijo más de esta tierra.
Su pasión por la aventura y por las motos, lo llevó a participar de dos ediciones del Dakar africano, para luego ser de la partida en todas las que se disputaron en éstas latitudes, una vez que la prueba motorizada de rally cross más dura del mundo se trasladó para Sudamérica.
Fueron 12 en total y de ellas, pudo concretar 10 finalizaciones, una marca que no pasó desapercibida para la organización de la prueba que decidió rendirle homenaje a su trayectoria, otorgándole la nominación como Leyenda del Dakar.
Con 40 años de edad, una familia constituida y radicado en Atlántida, el deportista anunció su decisión la semana pasada a través de un mensaje publicado en sus redes sociales.
"Amigos, después de 25 años de competición, hemos competido en 12 Dakar, terminamos 10, siendo nombrado Leyenda del Dakar, siento que cumplí mi meta así que decidí que una hoja de mi vida se termina para empezar una nueva. He decidido dejar la moto en lo que es el Rally Dakar", dijo el piloto en su simpático castellano levemente afectado por su idioma nativo.
"Quien sabe lo que haremos en el futuro, capaz que siendo copiloto ya que me gusta la navegación, o jefe de equipo entrenando pilotos para eso, o quien sabe, trabajando junto a la organización del Dakar, veremos qué nos da el futuro", completó.
Lazard, con una imagen aún más popularizada gracias a su breve pasaje por el MasterChef del año pasado, tiene además una vasta trayectoria como instructor en el rubro navegación, aspecto vital para las competencias de rally cross, esencialmente en la categoría de las dos ruedas.
"Muy pronto les tendré noticias", concluyó el deportista.
Por lo pronto, y aunque nunca estuvo entre los líderes de la prueba dakariana, el ambiente de camaradería y solidaridad que reina durante los 15 días en los que transcurre la carrera, extrañará la presencia de uno de sus protagonistas que sin lugar a dudas, dejó su huella profundamente marcada en la célebre historia del Dakar.
