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Derroche de coronas

Dakar 2024: Al-Attiyah apunta al sexto título en autos y Benavides quiere repetir en motos

El príncipe catarí busca batir un nuevo récord corriendo por última vez con el equipo Prodrive Hunter, en una durísima edición de la prueba.

04.01.2024 09:31

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Al-Ula, Arabia Saudita - El Rally Dakar arranca el viernes en Arabia Saudita con el catarí Nasser Al-Attiyah como favorito a un sexto título en coches, tercero consecutivo, mientras que el argentino Kevin Benavides tratará de repetir victoria en motos en la mítica prueba sobre las dunas del desierto.

Una colorida caravana compuesta por coches, motos, quads, vehículos ligeros y camiones iniciará en Al-Ula (noroeste del país) una odisea de casi 8.000 kilómetros plagada de trampas por el reino del Golfo, que concluirá el 19 de enero en Yanbu, junto al mar Rojo.

El 26 de diciembre de 1978, Thierry Sabine daba la salida por primera vez desde Trocadero en París, con 182 vehículos rumbo entonces a la capital de Senegal.

Después de 29 años en África, y once en América del Sur para escapar a las amenazas de seguridad en territorio africano, los 778 participantes del Dakar-2024 partirán por quinta ocasión desde el desierto saudita.

“Más lejos”

“Quería un Dakar difícil. Ya fue duro el año pasado, pero quería ir más lejos”, explicó para la AFP el patrón de la prueba, David Castera.

La ruta de este año comienza con un prólogo desde el enclave de Al-Ula rico en restos arqueológicos, al que seguirán tres días en el Empty Quarter, un vasto mar de arena y dunas hasta fundirse con el horizonte, que albergará una etapa en dos días, un nuevo formato denominado 48 horas crono.

“Salen por la mañana, a las 16 horas se detienen. Llegan a uno de los ocho vivacs, con un saco de dormir, y una ración de supervivencia y vuelven a salir el día siguiente para continuar la especial”, indicó David Castera.

Tras una jornada de descanso en la capital Riad, volverán a salir con una etapa exigente de 873 km (483 de especial), la más larga del Dakar.

El catarí Al-Attiyah, de 53 años, volverá a poner a prueba la versatilidad que le llevó de la especialidad del tiro al plato a coronarse como rey del desierto.

En 2012 se colgó la medalla de bronce en la especialidad skeet de tiro olímpico.

Pero por el momento, Al-Attiyah aparca su preparación para los Juegos Olímpicos de París, que serían su séptima cita olímpica, para centrarse en ser el tercer piloto en conquistar tres Dakar consecutivos.

Al-Attiyah inscribió su nombre por vez primera en el palmarés del Dakar en 2011 al volante de un Volkswagen, conquistando la edición de 2015 con un Mini, antes de su laurel con Toyota en 2019 y el año pasado.

Después dejó al constructor japonés para pilotar su propio equipo Nasser Racing Team.

“He ganado el Dakar cinco veces con tres equipos diferentes. Haremos historia si ganamos el Dakar 2024 con Prodrive Hunter”, afirmó el catarí.

Algunos de sus rivales serán el francés, nueve veces campeón del mundo de Rallies (WRC) Sebastian Loeb, su compatriota Stéphane Peterhansel, poseedor del récord de victorias en la prueba (14, seis de ellas en moto) y el español Carlos Sainz, ganador del Dakar en 2010, 2018 y 2020.

Duelo de hermanos

En motos, el argentino Kevin Benavides, recuperado de una fractura de fémur y de muñeca, tratará de reeditar su título conquistado el año pasado al imponerse a Toby Price por un escaso margen de 43 segundos.

El piloto de KTM, que ya había ganado el emblemático trofeo del busto con turbante en 2021 a lomos de una Honda, aseguró que no tiene “nada que demostrar”, aunque “la motivación es la misma”.

“Sigo corriendo porque me encanta. Creo que tengo posibilidades de lograr aún más. Soy ultracompetitivo. Daré lo máximo. Voy con la esperanza de ganar una tercera estrella”, afirmó Benavides, que verá su reinado amenazado por su hermano Luciano Benavides (Husqvarna), por el británico Sam Sunderland (GasGas), ganador en 2022, el australiano Toby Price (GasGas) o el chileno Pablo Quintanilla (Honda).

Arabia Saudita está invirtiendo millones de dólares para convertir la monarquía conservadora, a menudo criticada por la vulneración de los derechos humanos, en un referente deportivo a la vez que trata de diversificar su economía, hasta ahora con el petróleo como principal fuente de riqueza.

Además del Dakar, los sauditas han logrado atraer a estrellas del fútbol a su campeonato local. El reino alberga asimismo un Gran Premio de Fórmula 1 en Yedá, combates de boxeo, carreras de caballos, y la temporada pasada sacudió al mundo del golf con el lanzamiento del circuito LIV.

AFP