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Coches de juguete: uno de los objetos más deseados por los niños

En vísperas de Reyes, repasamos parte de la historia de la industria dedicada a producir uno de los juguetes más típicos de la infancia

04.01.2019 10:33

Lectura: 5'

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El juguete con ruedas más antiguo conocido, apareció en Turquía y se trataba de un pequeño carro de caballos que estaba en la tumba de un niño, con más de 5.000 años de antigüedad.

La historia de los juguetes con ruedas abarca vehículos de todo tipo, incluyendo carretas, diligencias y trenes para finalmente llegar a los primeros autos, que imitaban a los clásicos de principio del siglo XX. Por cierto que para su fabricación, se utilizaron materiales diversos tales como chapa, madera, cartón, plásticos, etc. Video del Museo Denia: click aquí

Si bien este cronología está situada en España, no es totalmente ajena para nuestro país, pues durante muchos años, buena parte de esos artículos eran importados.

Por ejemplo, en los años veinte comenzaron a surgir varios fabricantes de juguetes, situados en Barcelona y Alicante. Entre ellos, la Hispano-Alemana y otros tantos talleres, entre los que destacó el de Fernando Sauquillo. Este último fue quien creó en 1929 una línea de autos denominados Sport, que fueron los primeros biplazas a pedal fabricados en metal a semejanza de conocidos modelos de la época, y que causaron furor en la Exposición Internacional de Barcelona de ese mismo año.

Aunque según la historia, los verdaderos pioneros de esta industria fueron los hermanos Payá, quienes en 1909 transformaron su fábrica de canalones, cubos y otros objetos de hojalata, en una explosiva industria juguetera que en apenas seis años fue la más productiva de España. Además de los autos de chapa que mantuvo hasta el cierre en 1984, fue una de las primeras fábricas en incorporar la mecánica de cuerda para sus coches.

Quien no los soñó

Llega el Scalextric. A fines de los 50, la empresa Minimodels presentó una serie de autos de carrera en miniatura que podían circular sobre una pista con una ranura que les servía de guía y que alimentaban los pequeños motores eléctricos.

Así nació el mítico Scalextric, uno de los juguetes más deseados por los niños de la década de los 60 y hasta nuestros días, en los que claramente pasó a ser un bonito objeto de colección ante el nacimiento de los videojuegos de conducción.

Al principio era un circuito simple de dos pistas, pero luego se fue ampliando permitiendo incluir tramos encastrables con chicanas, curvas de varios grados, puentes, obstáculos de rally y múltiples pistas conectadas simultáneamente.

Video del comercial de los 80: click aquí 

Barbie y su primer auto

En la década de los 60 aparece una de las muñecas más solicitadas de las navidades, desde aquella época: Barbie. Una muñeca tan singular no podía dejar de tener su propio coche. El primero de todos fue un precioso descapotable Austin Healey. Más tarde llegaron un Corvette, un Ferrari, un Jeep y otros modelos de coches de distinto tipo.

Control a distancia

Además de Payá, otra de la industrias destacadas del sector en España fue Rico. Ambas desarrollaron la tecnología que les permitió fabricar autos teledirigidos, naturalmente que con cable, pues todavía no existía el radiocontrol para los juguetes.

El comando, bastante voluminoso debido al uso de pilas grandes, tenía los mandos del acelerador, freno y encendido de luces. Algunos de los modelos más populares fueron el camión Pegaso, el Superbólido, Mercedes, Citroën Tiburón, Ferrari y un carro de bomberos.

Miniaturas

Guisval crea los primeros coches en miniatura, que también se integraban a una pequeña ciudad llamada Play City. Además de una estación de servicio, la estructura permitía montar calles y organizar el parking con elevador, como una primera aproximación para comprender el ordenamiento del tráfico para los niños de la época.

Este fabricante se destacó por el nivel de detalle de sus miniaturas, con una gran variedad de modelos y marcas, utilizando siempre alta calidad de materiales. Sus productos también fueron procurados por los coleccionistas.

Motos eléctricas

Injusta fue una de las primeras motos de juguete a batería, que se podían conducir de verdad y que naturalmente, impactó fuertemente entre los niños de su época. El gran limitante para su popularización fue por cierto el alto precio, inaccesible para la gran mayoría.

Hot Wheels

Surgen en la década de los 90 y son productos diferentes por sus detalles exclusivos y los llamativos diseños, pensados básicamente para los coleccionistas. Por otra parte, tienen un bajo nivel de rozamiento, por lo cual se utilizaron mucho para jugar en lograr grandes velocidades. Su comercialización permitía la venta individual pero también en sets vinculados al automovilismo, con pistas de carreras, garages, lavaderos y parkings.

Autos a baterías

Ya a partir del año 2000, parques y plazas dejaron ver a los niños a bordo de autos de marcas conocidas fabricados a escala y con propulsión eléctrica. Este tipo de juguetes han cautivado incluso a las marcas de coches y muchas de ellas han sacado versiones de sus automóviles más representativos para el deleite de los pequeños conductores. Por otra parte, la marca Pekecars, permite incluso que estos coches puedan ser pilotados por un adulto a través de control remoto, con lo cual evita los choques de los más pequeños.

Infinidad de productos infantiles relacionados con el automóvil, se fabricaron a lo largo de la historia y sin dudas, continuarán haciéndolo tal vez en sintonía con la evolución que la propia industria viene transitando.

Es claro que para muchos, aquellos primeros contactos con los autos de juguete, chicos o grandes, fueron responsables en gran medida de la pasión que supimos mantener a lo largo de la vida, y que en algunos casos afortunados, nos permite seguir viviendo dedicados a ella.

Con información de El Motor

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