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Tano por elección

Charles Leclerc, un italiano de corazón para ilusionar a Ferrari

Si no fuera monegasco, Charles Leclerc, el nuevo piloto de Ferrari de 21 años, sería seguramente italiano

12.03.2019 17:31

Lectura: 4'

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"Puede que Italia sea el país en el que he pasado más tiempo, con las carreras de karting y los entrenamientos", explicaba a la AFP al final de la pasada temporada. "He vivido incluso un año allí", apuntaba entonces el nuevo compañero de Sebastian Vettel.

"Me alegro mucho de representar a un equipo italiano (Ferrari) en 2019", celebró Leclerc, que debutó en 2018 en la Fórmula 1 con Alfa Romeo, con la que acabó decimotercero en el Mundial de pilotos.

Con apenas cuatro años, en un día que no quería ir a la escuela, Charles dio sus primeras vueltas en un circuito en el sudeste de Francia, en Brignoles, a unos 140 kilómetros de Mónaco.

Fue en el circuito de Philippe Bianchi, padre del futuro piloto Jules Bianchi y mejor amigo de su padre.

Empezó a competir en 2005, siendo un niño, en campeonatos regionales y luego nacionales, antes de disputar su primera carrera internacional en 2010, la Winter Cup, en la mítica pista de South Garda, al sur del lago Garda, entre Brescia y Verona, en el norte de Italia.

Cuestión de afinidad

Carreras en Italia, equipos italianos de karting, también en la Fórmula 2 (Prema Racing)... Leclerc creció "con italianos alrededor", lo que le hizo dominar pronto la lengua y compartir sus afinidades culturales.

"Me entiendo bien con los italianos", aseguraba a principios de noviembre. "Eso hace que las cosas resulten más naturales cuando veo, por ejemplos, a mis futuros mecánicos en Ferrari", explicó.

"Lo que me ha gustado siempre con los italianos es que son muy serios cuando tienen que ser muy serios, pero por contra saben relajarse cuando hay que hacerlo y disfrutar. Es algo muy importante para el equilibrio del piloto, tener también una cierta afinidad con el equipo", estimó.

Leclerc no llega a territorio desconocido al aterrizar en la escudería más emblemática, después de haber formado parte en 2016 de su grupo de formación de jóvenes pilotos, la Ferrari Driver Academy, continuando los pasos de Jules Bianchi, su amigo y modelo, que falleció el año anterior por las secuelas del accidente que sufrió en el Gran Premio de Japón de 2014.

Al convertirse en el primer piloto titularizado por Ferrari después de haber pasado por su programa de formación y el segundo más joven de su historia tras el mexicano Ricardo Rodríguez (19 años, 6 meses y 27 días en el Gran Premio de Italia de 1961), Charles Leclerc cumple el sueño que tanto él como Jules Bianchi compartían cuando eran niños.

"Mucha emoción"

"Sentí mucha emoción cuando me presentaron el coche. Fue un día muy especial para mí", afirmaba el joven monegasco durante la primera semana de ensayos de pretemporada, a mediados de febrero. "Pero desde que llegué a la pista me puse en modo trabajo, trato de dejar la emoción de lado", asegura.

Leclerc es consciente de las expectativas que están depositadas en él, pero confía en no acusar la presión.

"Es muy importante para mí estar concentrado en mí mismo, en el trabajo que tengo que hacer en la pista y fuera de ella con los ingenieros, sin pensar realmente en lo que la gente de fuera espera de mí", afirma.

Su adaptación a la casa italiana está siendo fácil, según ha ido diciendo, y está preparado para ser una estrella del automovilismo, un sueño que ya tenía su padre Hervé, que fue piloto de Fórmula 3 y que murió en 2017. Otro duro golpe que Charles supo digerir, madurando antes de tiempo.

"Me han recibido muy bien. Nos entendemos bien. Comprendo cómo trabajan, ellos comprenden cómo trabajo yo y eso es lo más importante", celebra.

Agencia AFP