Este lunes, las autoridades japonesas determinaron el arresto del alto ejecutivo, que se concretó en el aeropuerto de Haneda, en la capital nipona.
Por otra parte la compañía japonesa comunicó que este jueves se concretará el despido de Ghosn junto a uno de sus colaboradores más estrechos, Greg Kelly, también envuelto en el escándalo.
A raíz de esta noticia, las acciones de ambas empresas se desplomaron en Bolsa. Renault cayó más de un 9% en París, mientras que Nissan, perdió más de un 6% en Wall Street.
Nissan informó que condujo una investigación interna mediante la que detectó "mala conducta fiscal" debido a que el ejecutivo había notificado a las autoridades ingresos menores a los reales, además del uso personal de activos de la empresa.
El director ejecutivo de Nissan, Hiroto Saikawa, dijo en conferencia de prensa que Ghosn será despedido de la firma japonesa después de que la junta directiva se reúna el jueves, pero no dio más detalles sobre los presuntos delitos. Saikawa dijo además que la mala conducta "ocurrió durante un largo período", según publica BBC News este martes.
Los investigadores sospechan que el icónico directivo, nacido en Brasil y de 64 años, no habría declarado una retribución por valor de 5.000 millones de yenes (unos 44 millones de dólares, 38,5 millones de euros) a partir del año 2011 al regulador bursátil, informa la agencia japonesa Kyodo.
Solamente en el ejercicio 2017, el ejecutivo ganó oficialmente unos 17 millones de dólares sumando los ingresos de las tres compañías de la alianza automovilística que dirige (8,5 de Renault, 6,5 de Nissan y dos de Mitsubishi), según los cálculos de Bloomberg. En Francia, su sueldo fue objeto de escándalo y solo pasó el filtro de la junta de accionistas cuando Ghosn aceptó rebajarlo en un 20%.
Por otra parte, el escándalo tiene lugar apenas unos meses después de que los accionistas de Renault aprobaran un paquete de pago de US$ 8,4 millones a Ghosn por su trabajo del año pasado.
"Siento desesperación, indignación y resentimiento", dijo el presidente ejecutivo de Nissan, Hiroto Saikawa. "A medida que se revelen detalles, creo que las personas se sentirán igual que yo hoy", agregó.
Saikawa dijo que Nissan intentará ahora "estabilizar la situación y normalizar las operaciones diarias" para el personal y los socios comerciales.
Brasileño y libanés
Carlos Ghosn nació en Brasil hace 64 años, tiene ascendencia libanesa y ciudadanía francesa. Presidente en ejercicio de la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi fue considerado el "salvador" de Nissan por el plan de rescate aplicado cuando la compañía estaba al borde de la quiebra.
Conocido como el "eliminador de costos", en la década de 1990 aplicó un recorte de empleos junto con el cierre de fábricas, con lo que consolidó su reputación una vez que la estrategia resultara exitosa.
Su imagen de "héroe" fue muy difundida en el país nipón, a tal punto que en una encuesta de opinión realizada en 2011, le preguntaron a los japoneses quién les gustaría que gobernara el país. Ghosn se quedó en séptimo lugar, superando al ex-presidente de Estados Unidos Barack Obama quien ocupó el noveno puesto.
Tras estudiar ingeniería en la Escuela Politécnica y la Escuela de Minas de París, Ghosn inició su carrera en Michelin, ocupando cargos en Francia y Brasil. Posteriormente llegó a Renault para unirse a Nissan en 1999, después de que Renault comprara una participación en el fabricante japonés, para convertirse en su principal ejecutivo en 2001.
