Desde hace algunas semanas, el Campus de la Universidad de Lille, en Villeneuve dÁscq, al norte de Francia, cuenta con un microbus eléctrico y completamente autonómo prestando servicios en la vía pública, "sin pedales ni volante".
"Esta es la primera experiencia en Francia", dijo Nicolas de Crémier, director de mercadeo de Navya, constructor del vehículo que estará a prueba durante un año. Si bien hay otros modelos de la marca que funcionan en Rennes, Lyon o La Défense, "nunca se utilizó el sistema en un recorrido en carretera abierta y ningún otro modelo es capaz de pasar por una rotonda sin ayuda", completó.
Las dos unidades de pruebas, que circulan diariamente entre las 07:30 y las 19:30 hs., pueden llevar hasta 15 personas cada una. Recorren 1,4 km a una velocidad máxima de 8 km/h, sobre una carretera con poco tráfico. El servicio es completamente gratuito.
En estos primeros viajes, el transbordador no es muy delicado: frena bruscamente si está demasiado cerca de otro vehículo, o si un coche se desborda ligeramente de su espacio de estacionamiento a lo largo de la ruta. "Estamos haciendo un proceso de aprendizaje, es decir, el microbus aprenderá de sus propias experiencias de conducción para poder mejorar", comentó De Crémier.
De todos modos, siempre hay un "agente" en el vehículo para asumir el control en caso de necesidad, mediante un joystick similar al de una consola convencional.
Las unidades tienen dos paradas, entre el centro de estudios y el restaurante universitario. "Buscamos facilitar la movilidad entre los primeros y últimos kilómetros, generalmente descuidados por los autobuses. Muchas personas utilizan su propio automóvil", dijo Gilles Fargier, gerente general de Keolis Lille.
"Queremos desarrollarlos donde no podamos construir infraestructura pesada, como el metro o el tranvía, y porque también es una solución rápida para implementar", dijo a la AFP el presidente de la Métropole européenne de Lille (MEL), quien ya invirtió 760.000 euros en el proyecto experimental.
AFP
