Artista sudafricana diseñó el interior de un BMW Serie 7

Hace 25 años, la artista sudafricana Esther Mahlangu fue la primera mujer en plasmar un trabajo artístico en un BMW 525i Sedán: su carrocería quedó adornada con los colores y formas del arte ndebele.

Ahora, Mahlangu, de 81 años, refinó un BMW Serie 7 al crear una pintura en la moldura interior de madera del auto.

Para facilitar esto, los especialistas de BMW Individual Manufaktur fabricaron una moldura de madera fina blanca para ser pintada por Esther antes de sellarla, para asegurar su duración.

Esta pieza artística en la que se convirtió el auto se mostrará al público por primera vez en la Feria de Arte de Frieze (5-9 de octubre) en el Regent's Park de Londres.

El vehículo se ofrecerá en una subasta silenciosa y los ingresos de su venta serán donados al proyecto caritativo de arte "The Art Room", que apoya a niños y jóvenes de cinco a dieciséis años de edad en su desarrollo, por medio del arte.

"Pintar está en mi corazón y lo llevo en la sangre. Mi madre y mi abuela me enseñaron la forma en la que pinto. Las imágenes y los colores han cambiado y he pintado en muchas superficies y objetos diferentes, pero me fascina pintar. Cuando BMW me envió los paneles para pintar, pude ver el diseño en mi cabeza, ¡y ya quería comenzar! Comencé pintando primero las piezas pequeñas para sentir la superficie y después fue fácil ya que el diseño sigue las líneas de los paneles", dijo la artista sudafricana.

"Mi arte me ha llevado a todo el mundo y he visto muchos lugares, he pintado muchos muros y objetos y mi trabajo está en muchos museos, pero aún soy Esther Mahlangu de Mpumalanga en África del Sur. Mi corazón se llenó de alegría cuando BMW me volvió a pedir que pintara para ellos", agregó.

Esther Mahlangu nació como miembro de la tribu ndebele en 1935 en Middelburg, una pequeña ciudad en la provincia nororiental de Mpumalanga. A los 10 años comenzó a pintar bajo la orientación de su madre y de su abuela.

Tradicionalmente, las mujeres ndebele decoran las paredes exteriores de las casas con patrones pintados de forma elaborada y con elementos gráficos, simbolizando eventos importantes tales como bodas u otras celebraciones, de forma que las paredes se utilizan como medios de comunicación activos dentro de la comunidad. Esther Mahlangu separó estas decoraciones y patrones del arte de pintura tradicional de su gente. En forma de imágenes, vasos o carpetas, ha llevado su arte de forma constante a contextos nuevos, combinando así su obra de arte con elementos que se utilizan en la vida diaria.