Las variadas imágenes divulgadas por el Estado Islámico (ISIS) en las que se muestran a sus efectivos a bordo de vehículos Toyota, llamaron la atención en todo el mundo.

En su gran mayoría, se trata de las pick ups Hilux que forman nutridas caravanas con militantes armados que se desplazan en sus cajas. Las hay en muy variadas versiones, más viejas y las más recientes, y también en diferentes estados de conservación.

Pero también aparecen las refinadas Land Cruiser.

Lo cierto es que las imágenes difundidas en la televisión de Estados Unidos, despertaron la curiosidad de sus autoridades de defensa con las consiguientes gestiones de averiguación, al igual que para los funcionarios iraquíes, instituciones de paz y naturalmente, para los directores de la propia compañía.

"Es muy preocupante para nosotros que en casi todos los videos de ISIS aparezca una flota de vehículos Toyota", advirtió el ex embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Mark Wallace. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos abrió una investigación para averiguar las razones de por qué el Estado Islámico ha tomado posesión de tantos vehículos Toyota.

Desde la cúpula del fabricante automotor japonés, a quien se dirigieron todas las miradas como principal responsable, se elevó inmediatamente un rápido comunicado que pretendió salvaguardar la imagen de la marca, para proteger su reputación mundial: "Toyota tiene una estricta política de no vender vehículos a compradores que pudieran utilizarlos para actividades paramilitares o terroristas, además de tener procedimientos y compromisos contractuales para evitar que nuestros productos se desvíen para usos militares no autorizados".

En la misma carta oficial, se comprometía a cumplir con las leyes y reglamentos de cada país donde operan e invitaban a distribuidores y concesionarios a practicar el mismo régimen. "Estamos apoyando la investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en las cadenas de suministro internacionales y el flujo de capitales y mercancías en el Medio Oriente", agregó en el anuncio.

En el auge de la discordia, el Instituto Ron Paul para la Paz y la Prosperidad elevó un informe en el que acusó al departamento de Estado de Estados Unidos y al gobierno británico de ser los responsables de suministrar los autos al Ejército Libre Sirio -en enfrentamiento contra el régimen de Bashar Al Assad- que luego derivaron en poder del grupo ISIS.

A priori se podría presumir que asociar a Toyota con el ISIS no parece una idea de marketing nacida desde la automotriz. Aunque en los hechos, los atributos tradicionalmente destacados por la marca en cuanto a fortaleza, resistencia, durabilidad y confiabilidad, quedan demostrados por el rigor al que el Estado Islámico somete a estos vehículos.

Land Cruiser, el 4x4 más grande y lujoso de Toyota y preferido por el movimiento para sus desplazamientos, parece reafirmar el slogan con el que se la conoce: la Reina del desierto.

Con datos de Infobae