Volvo anunció recientemente su The Iron Knight, un verdadero supercamión desarrollado con un objetivo ambicioso: romper el récord mundial de aceleración y velocidad entre los modelos pesados. Y, para eso, incorpora un tren de fuerza que puede ser considerado absurdo para este tipo de vehículo.
Es un motor central-trasero turbodiésel de seis cilindros y 12.8 litros de capacidad, hecho con base en los propulsores que equipan la línea FH de la marca sueca. En The Iron Knight, modificaciones como un intercooler más eficiente, cuatro turbocompresores, reprogramación de software y materiales livianos para reducir el peso del bloque garantizan una ficha técnica avasallante.
Son 2433 cv de potencia y estruendosos 611,8 kgfm de torque máximo. El sistema trabaja en conjunto con una transmisión automática de doble embrague de 16 marchas (12 adelante y 4 de reversa), que fue reforzada para aguantar la enorme cantidad de torque extra.
Aunque el nombre alude al hierro, la cabina está hecha con fibra de vidrio y pensada para reducir al máximo la resistencia aerodinámica. Entradas de aire en las extremidades del paragolpes ayudan a refrigerar motor y frenos. El camión trae también suspensión rebajada y luces en led.
Según la marca, el peso total es de 4,5 toneladas. Aun así, su relación peso/potencia está en línea con varios deportivos: 1,84 kg/cv.
El supercamión se puso a prueba en junio, pero los resultados se conocieron recién en los últimos días. The Iron Knight se consagró como el camión más rápido del mundo, al recorrer un kilómetro de distancia (desde cero) en solo 21,29 segundos.
La velocidad media, en este caso, fue de 169 km/h. Los 500 metros se recorrieron en 13,71 segundos, con velocidad de 131,29 km/h. La máxima velocidad registrada en pista fue de 276 km/h. Nada mal para una mole de 4,5 toneladas.
Por Marcio Maio de Auto Press Brasil, en exclusividad con Airbag.
