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No sea burro

Personas disfrazadas de cebras educan en seguridad vial en Bolivia

Jóvenes disfrazados de cebras y otros equinos instruyen sobre seguridad vial a conductores y peatones en Bolivia para reducir tasa de mortalidad por accidentes.

05.12.2016 14:58

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2016-12-05T14:58:00-03:00
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Si intentás cruzar una calle de La Paz, en Bolivia, probablemente un personaje disfrazado de cebra te asistirá para que llegues a salvo al otro lado, en medio de un atolladero de autos que tienden a pasar por alto el cruce peatonal.

En este programa municipal de educación vial en La Paz (Bolivia) participan unos 200 jóvenes voluntarios que se disfrazan de equinos, cuyas rayas en blanco y negro recuerdan la cebra que da el paso a los peatones.

Estos jóvenes cebras enseñan a los conductores y a los peatones a respetar las señales de tránsito, en un país donde la tasa de mortalidad por accidentes viales fue de 23,2 por cada 100.000 habitantes en 2013, por encima del promedio de las Américas (15,9), según la OMS.

En el caótico tránsito en esta ciudad, a más de 3500 metros de altitud, el semáforo y el policía a veces son insuficientes a la hora de cruzar la calle seguros.

Por ello, en 2001 nació este plan "como elemento didáctico, para que la gente conozca los pasos de cebra en las calles, como parte de un proyecto integral de reordenamiento vehicular y una campaña de educación vial", explica a la AFP Sergio Caballero, secretario de Educación Municipal.

Las "cebras" ayudan a cruzar la calle a ancianos, niños y minusválidos, pero también enseñan con bromas y mímica a los conductores a respetar las señales de tránsito. A menudo los conductores ignoran la luz roja de pare o invaden el cruce peatonal.

Los jóvenes cebra dan con entusiasmo el "buen día" o las "buenas tardes" a los transeúntes, cabalgando sobre su cordialidad. Pero si algún conductor, en su premura, irrespeta un paso, los simpáticos animales le reprenden con ademanes y menean la cabeza en señal de reprobación.

Incluso se suben sobre el capó del automóvil o simulan empujar el vehículo para que retroceda y libere el cruce peatonal. Provocar vergüenza pública en el infractor es "santo remedio".

"Hacemos educación vial"

Abigail Saavedra, de 20 años, explica su actividad: "hacemos educación vial, ayudamos a las personas a cruzar las calles, a que todos respeten el semáforo y a los conductores a utilizar su cinturón de seguridad", que muchos choferes no quieren usar, a veces por comodidad.

"Soy una persona con discapacidad visual, tengo baja visión y las 'cebras' me ayudan a cruzar la calle", señala Dayana Vilela, una estudiante de 17 años.

El municipio paga a cada voluntario 450 bolivianos mensuales, unos 64 dólares, que cubre gastos diarios de transporte y comida. También les da clases de educación vial y actuación.

El municipio de La Paz exportó esta experiencia a la vecina ciudad de El Alto, al igual que a Sucre (sureste) y Tarija (sur), pero también atrajo el interés internacional.

"Hemos recibido solicitudes de algunas ciudades de afuera, específicamente de Bonn, Alemania, y de Madrid, España, para que podamos transmitir nuestra información y puedan aplicar estas experiencias", asegura Sergio Caballero, ejecutivo municipal.

Con el éxito sobre sus lomos, estos "animales" fueron declarados en 2015 como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la ciudad por el municipio, que presentó su candidatura para el Premio Internacional de Guangzhou 2016 a la innovación urbana, cuyos elegidos se conocerán pronto.

Ese reconocimiento está patrocinado por la Red Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales y Regionales (UCGL), con sede en Barcelona, y la ciudad china de Guangzhou. La Paz quiere que su método de educación vial cabalgue por el mundo.

Por José Arturo Cárdenas de agencia AFP