Mercado

Ahijuna que se nos vienen

El futuro de los autos autónomos está cada vez más cerca de lo que parece

Las nuevas tecnologías adoptadas por los fabricantes, algunas ya disponibles, nos van aproximando rápidamente a la conducción autónoma.

30.05.2017 08:30

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2017-05-30T08:30:00-03:00
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Viajar por largas carreteras leyendo el diario, tomando un café o trabajando en la notebook. O tener un vehículo capaz de llevar a la pareja a sus correspondientes lugares de trabajo y al finalizar la jornada pasar a buscarlos sin que ningún humano participe de la tarea. Parece un sueño distante, pero ya hay muchos fabricantes de automóviles apostando a que no lo es.

Las tecnologías de conducción autónoma se analizan diariamente por las marcas y muchas de las que se requieren para concretar dicho objetivo ya existen y están disponibles en modelos que van desde las categorías más caras hasta las versiones básicas de entrada.

Hay cinco niveles diferentes de automoción en el mercado automotor. El primero de ellos, el más básico, engloba funciones simples de auxilio a los conductores. Tal es el caso del control de velocidad crucero, popularmente llamado piloto automático, que es capaz de mantener el velocímetro en el valor determinado por el conductor, aunque no reacciona ante cualquier situación adversa.

A medida que evoluciona, el sistema logra, sin intervención de quien está al volante, acelerar o frenar, tal como ocurre en los vehículos con control de velocidad crucero adaptativo. E incluso hasta reaccionar con cambio de dirección, como el caso del Volvo XC90. En la gama 2017, el SUV viene con sensores y cámaras que monitorean las fajas de las vías mientras que un sistema comanda la aceleración, las frenadas y los movimientos del volante hasta una velocidad de 130 km/h.

Hay otros modelos con tecnologías semejantes de dirección semiautónoma como por ejemplo el BMW Serie 5 y Mercedes-Benz Clase E.

Tesla es una de las marcas que más apuestan a ese nicho de “autos del futuro”. Además de permitir que el conductor pueda dedicarse a otras actividades mientras el vehículo lo traslada, su Model S tiene un propulsor 100% eléctrico, es decir, ecológicamente correcto y sin emisiones de ruidos cuando está en movimiento.

El fabricante promete ofrecer en breve un vehículo también totalmente autónomo, pero las principales cuestiones a resolver para la completa adopción de esta tecnología, están en factores externos: desde la legislación de tránsito de cada país y la conservación de carreteras y calles -los sistemas necesitan “leer” señalizaciones como carteles y fajas de circulación- hasta mismo el cobro de los seguros vehiculares, pues el sistema promete aumentar considerablemente la seguridad a medida que crezca la cantidad de autos autónomos circulando por las vías de tránsito.

Pero también para llegar a los máximos niveles de automoción es necesario alcanzar un alto nivel de conectividad, que incluirá no sólo la del vehículo con el medio en el que circula, sino también con otros vehículos.

Entre las marcas generalistas, Ford es una de las que más concentra esfuerzos para llegar al máximo nivel de automoción. Este año la marca norteamericana anunció una inversión de un billón de dólares para los próximos cinco años en la Argo Al, empresa de inteligencia artificial, para desarrollar un sistema de conducción virtual. Esa sociedad contribuirá para el desarrollo de la conducción virtual de los autos autónomos de nivel 4 y refuerza el plan de Ford de lanzar un vehículo totalmente autónomo para aplicación comercial en servicios de movilidad en el 2021. Hoy la marca ya viene realizando diversos tests con su flota de Fusion autónomos.

Recientemente nuTonomy, desarrolladora de software de conducción autónoma de alta tecnología, anunció una sociedad con el Grupo PSA para la implantación de su sistema en el nuevo SUV Peugeot 3008. La intención es testear esas tecnologías en carreteras abiertas de Singapur, ciudad estado insular situada en el sudeste asiático, a partir de setiembre de este año.

Primeros pasos

Muchas de las tecnologías que hoy vemos en los autos, aunque no lo parezcan, llegaron como partes fundamentales para que la conducción autónoma se convierta en un sueño posible. Comenzando por la ausencia del pedal de embrague, como ocurre en modelos con caja de cambios automática.

Pero esa lista va más allá, con items que ya forman parte del cotidiano de muchos conductores de la región. Caso por ejemplo de los sensores crepusculares y de lluvia. Para garantizar la seguridad y visibilidad de los pasajeros, es inevitable que los faros se enciendan automáticamente cuando oscurece y que los limpiaparabrisas se accionen apenas comienza el temporal.

Lo mismo ocurre con la luz alta automática, que controla la intensidad de acuerdo con la presencia o no de otros autos en una carretera. Y del sistema de monitoreo de la presión de aire en los neumáticos, así como de cualquier otro que ofrezca informaciones respecto al funcionamiento del vehículo.

Incluso el propio selector del modo de conducción, que es capaz de adaptar el vehículo a diferentes condiciones del terreno, se puede considerar también como parte de ese equipamiento.

No alcanza con que el auto se mueva solo y a la hora de estacionar “se las arregle”. Para los conductores de hoy, sensores sonoros y cámaras de reversa ayudan en la tarea. Muchos modelos como Ford Focus o Chevrolet Cruze ya cuentan con el sistema de estacionamiento automático. Pero todavía en ellos se requiere controlar los cambios y el pedal de freno, mientras que el auto se mueve y gira la dirección sin intervención humana.

Márcio Maio - Auto Press Brasil, en exclusividad con Airbag