Jaguar está decidida a jugar en las ligas mayores. Cuando actúa en el segmento de sedanes, la marca pone la mira en modelos de lujo como los de Mercedes, Audi o BMW. Pero cuando hablamos de deportivos, el blanco es Porsche, una especialista del ramo.
Más que alimentar la histórica rivalidad entre ingleses y alemanes, el fabricante británico busca las más consagradas referencias europeas para poder mostrar valor.
Para proveer mayor "pegada" al cupé, Jaguar afinó su F-Type R V8, de 550 cv, con una tracción integral que incluye un sistema que analiza y distribuye permanentemente el torque para cada rueda de forma independiente. El cambio llegó a mejorar el desempeño del modelo, que ahora va de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos (antes eran 4,2) y alcanza los 300 km/h.
Para brindar el ambiente adecuado a todo esto, el modelo cuenta con un sonorizador que recibió el nombre de escape deportivo activo: basta apretar un botón en la consola central para que el propulsor V8 suelte un rugido que inspira bastante respeto.
En el exterior, el F-Type AWD recibió una serie de apliques en gloss black, o negro brillante, en la moldura frontal, parrilla, entradas de aire laterales y escape trasero. La imagen más agresiva se completa con las llantas de aleación oscurecidas, que dejan a la vista las pinzas de freno amarillas y los discos en carbono cerámica.
El techo original (de aluminio, como toda la carrocería) se puede cambiar por otro de fibra de carbono, que además de acentuar la deportividad es 20 % más liviano (lo que equivale a un kilo).
Además del control de estabilidad y de tracción, la suspensión adaptable tiene amortiguadores ajustables.
Tanto la suspensión y el cambio (automático secuencial de ocho velocidades) como la dirección y el mapeo del motor son configurables individualmente en tres niveles diferentes de comportamiento: económico, normal y deportivo.
Sin embargo, ninguno de ellos suprime completamente el rugido furioso del motor V8.
Fuente: Eduardo Rocha de Auto Press Brasil, en exclusividad con Airbag.
