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Futuro próximo

Los vehículos compartidos y autónomos, el futuro próximo del automóvil

Los autos compartidos, eléctricos y autónomos, como el prototipo Ez-go presentado por Renault en Ginebra, llegarán a las grandes ciudades en pocos años.

10.04.2018 18:00

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2018-04-10T18:00:00-03:00
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Un nuevo servicio de movilidad

Los autos compartidos autónomos ya están siendo probados en todo el mundo, incluso en medio del tráfico urbano, para conectar zonas bien delimitadas. El incipiente mercado tendría que consolidarse a mediados de la próxima década.

Estos autos serán gestionados por empresas de transporte. Se podrán llamar a través de los teléfonos móviles y los pasajeros montarán en ellos en zonas habilitadas.

En algunos casos se trataría de berlinas de dos a cinco plazas, pero también podrían ser vehículos más amplios, siempre eléctricos, como el futurista Ez-go, que Renault anuncia para 2022.

Este auto, con grandes ventanales transparentes, parece un coche de gran tamaño. En el interior dispone de una banqueta en forma de U, como en el metro, y no tiene ni volante ni espacio para un conductor.

Mejorar la vida en la ciudad

La multiplicación de estos vehículos compartidos eléctricos tendría que contribuir a mejorar la calidad del aire en la ciudad y a reducir el tráfico en las urbes.

Según los expertos, el riesgo de accidentes será reducido a más del 90%, respecto a los vehículos conducidos por personas. Además, la ausencia de conductor abaratará el precio del trayecto, en comparación con el de un taxi actual.

Para las personas mayores o discapacitadas, estos autos, que "irán a buscarlos delante de su casa", les permitirán "recuperar el espíritu de libertad", estima Didier Leroy, vicepresidente de Toyota.

Un rompecabezas para los fabricantes

Para Kirstetter, el mercado de los taxis autónomos será sobre todo un mercado de lanzaderas. "La gente prefiere pagar menos por un 'shuttle' que pagar más por un coche de cuatro plazas", asegura.

Los fabricantes esperan que esta actividad no termine con los coches particulares y que sea más bien complementaria. Pero "las nuevas generaciones cada vez tienen menos ganas de comprarse su propio vehículo", admite Meissa Tall, especialista en automóviles en Deloitte.

La concepción y la fabricación de estas máquinas, que precisan altos niveles de informática y electrónica, hará que los gigantes de las nuevas tecnologías se introduzcan en el sector automovilístico.

El sector del automóvil "pasará de una industria de puro producto a una industria de productos y servicios", explica Tall. "Como en cualquier cambio de paradigma, habrá nuevos jugadores, ganadores y perdedores".